Encontrar la Luz en la Oscuridad: Resiliencia en una Era de Odio Creciente

diciembre 4, 2024
Sunset in the Elah Valley (Shutterstock.com)

En la madrugada del 7 de octubre de 2023, ocurrió lo impensable. Familias fueron asesinadas en sus camas. Jóvenes que bailaban por la paz fueron masacrados. Los ancianos fueron secuestrados en sus casas. El ataque de Hamás contra Israel hizo añicos cualquier ilusión de seguridad y desató una oleada de antisemitismo en todo el mundo que no se había visto desde los días más oscuros del siglo XX.

Sin embargo, incluso cuando las sombras se alargan a nuestro alrededor, nos fortalecen tres mil años de perseverancia judía. El rabino Jonathan Sacks enseñó, durante otro periodo de terror en 2015, que nuestra capacidad de encontrar esperanza en la oscuridad es herencia de nuestro patriarca Jacob. Su intuición resuena aún más profundamente hoy, cuando nos enfrentamos a desafíos sin precedentes para la vida y la seguridad judías en todo el mundo.

Jacob encontró repetidamente a Dios en sus momentos más oscuros. Cuando huía de la furia asesina de su hermano, solo en el desierto de Bet El, descubrió la presencia divina a través de su sueño de ángeles que ascendían y descendían por una escalera celestial. Como nos dice la Torá

Años más tarde, en vísperas de un temido reencuentro con Esaú, Jacob luchó durante toda la noche con un ser misterioso en el vado de Jaboc, y emergió transformado con un nuevo nombre: Israel. El texto recoge esta transformación:

Incluso en su vejez, cuando se enfrentaba al hambre en Canaán, Dios se le apareció en una visión nocturna en su viaje a Egipto, diciéndole:

En palabras del rabino Jonathan Sacks, «Jacob nunca vivió en paz, pero, de algún modo, tomó todo el miedo y el dolor y la soledad y el aislamiento y los convirtió en una visión del cielo y encontró a Dios en medio mismo de aquel lugar y momento de peligro». Incluso cuando se enfrentó a Esaú y a Labán, y a pesar de la pérdida de su querido hijo José, siguió adelante y nunca se rindió. En cada momento de profunda crisis personal, Jacob se encontró con lo divino precisamente cuando se sentía más vulnerable y solo. Fue Jacob quien dotó a sus descendientes de esta misma fuerza interior para seguir adelante y no rendirse nunca.

Los retos actuales resuenan en la historia judía: desde la esclavitud egipcia hasta la Inquisición española, desde las masacres de las Cruzadas hasta el Holocausto. Sin embargo, en cada oscuro capítulo, nuestros antepasados descubrieron una extraordinaria capacidad para mantener la esperanza y la dignidad humana. Encarnaron las palabras de los Salmos:

La crisis actual ha sacado a la luz una realidad preocupante: el antisemitismo nunca ha estado realmente vencido, sólo latente. Los estudiantes judíos sufren acoso en los campus universitarios. Las sinagogas requieren guardias armados. Llevar símbolos visibles de identidad judía supone un riesgo en muchas ciudades. El lamento del profeta Jeremías resuena de nuevo: «El terror está en todas partes» (Jeremías 20:10).

Pero, como Jacob luchando con el ángel, debemos enfrentarnos a esta oscuridad en lugar de rendirnos a ella. Esto significa mostrarnos orgullosos como judíos y negarnos a que el odio envenene nuestros corazones. Significa tender puentes con aliados que reconozcan que el antisemitismo amenaza no sólo a los judíos, sino a los propios cimientos de la sociedad civil. Significa recordar que, incluso en nuestras horas más oscuras, seguimos siendo el pueblo que trajo la luz del monoteísmo ético a la humanidad.

El Libro del Eclesiastés enseña que «Para todo hay una estación» (3:1). Ésta es nuestra época de prueba, pero también de oportunidad: demostrar que los valores judíos de justicia, compasión y dignidad humana pueden triunfar sobre la barbarie y el odio. Nos fortalece saber que nos hemos enfrentado a cosas mucho peores y que hemos salido no sólo sobreviviendo, sino enseñando al mundo cómo transformar el sufrimiento en progreso moral.

Mientras rezamos por el retorno seguro de los rehenes y por la paz para todos los que habitan en Tierra Santa, recordamos que somos descendientes de Jacob, el que luchó contra los desafíos divinos y humanos y venció.

Este momento nos llama a ser dignos del legado de nuestros antepasados: a afrontar la oscuridad con dignidad, a responder al odio con esperanza y a confiar en que el amanecer seguirá incluso a la noche más larga. Como prometió el profeta Isaías:

Ojalá veamos pronto esa luz.

Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

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