Imagina a una reina, joven y sin pretensiones, que de repente se enfrenta al destino de todo un pueblo que descansa sobre sus hombros. Ha vivido en silencio, siguiendo las instrucciones de los demás, sin llamar nunca la atención. Pero ahora, ante la inminente destrucción de su nación, se ve obligada a tomar una decisión: permanecer callada y a salvo o arriesgarlo todo para defender a su pueblo.
Ésta es la historia de Ester, la heroína de la narración de Purim. Según el rabino Aharon Lichtenstein, figura destacada del pensamiento judío, la Meguilá, el rollo que narra esta saga, no se llama Meguilat Mordejai por el sabio que la guió, ni Meguilat HaYehudim por el pueblo judío que se salvó. Se llama Meguilat Ester, el rollo de Ester, porque es la historia de su transformación: su viaje desde el anonimato oculto hasta el liderazgo valeroso. La evolución personal de Ester encierra un mensaje intemporal para nosotros hoy: llega un momento en que cada uno de nosotros debe decidir si se levanta y pasa a la acción o permanece como espectador pasivo de la historia.
El rabino Lichtenstein explora en profundidad la transformación de Ester, señalando que su grandeza no residía en su estatus inicial, sino en su capacidad para estar a la altura del momento. Empezó como participante pasiva, obedeciendo las órdenes de los demás, pero cuando llegó el momento, encontró la fuerza para liderar, luchar y asegurar la supervivencia de su pueblo. Su historia es un recordatorio de que el liderazgo no consiste en un título o un estatus, sino en asumir responsabilidades.
La reticencia inicial de Ester es comprensible. Es huérfana, criada por su primo Mordejai, y ha sido elegida reina de Persia en gran parte debido a su belleza. Oculta su identidad judía y no se ve a sí misma como una líder. Incluso cuando se promulga el decreto de aniquilación de los judíos, duda en actuar. Sabe que acercarse al rey sin ser llamada podría significar la muerte, y no ha sido convocada desde hace treinta días.
Pero la respuesta de Mordekhai perfora su vacilación:
Con estas palabras, Ester se da cuenta de que su vida no consiste en la autoconservación, sino en un propósito. Reúne a los judíos de Susa para ayunar y rezar, y luego pasa a la acción, acercándose al rey Asuero a pesar del riesgo. Su valor estratégico conduce finalmente a la caída de Amán y a la salvación de su pueblo.
La historia de Ester no es sólo historia antigua. Es un modelo para todas las generaciones. Con demasiada frecuencia, las personas dudan en pasar a la acción porque se sienten impotentes o no cualificadas. Creen que su voz no importa, o que alguien más dará un paso al frente. Pero la lección de Ester es clara: cada uno de nosotros tiene un papel único que desempeñar y, cuando llegue el momento, debemos estar preparados para actuar.
Hoy en día, el pueblo judío se enfrenta a amenazas existenciales, desde el creciente antisemitismo hasta los desafíos contra la propia existencia de Israel. Tras los horrores del 7 de octubre, cuando Israel fue brutalmente atacado, la necesidad de un liderazgo fuerte y de una acción decisiva nunca ha sido mayor. No podemos permitirnos permanecer pasivos ni suponer que otros librarán estas batallas por nosotros.
Las próximas elecciones al Congreso Sionista Mundial presentan una oportunidad real y tangible de marcar la diferencia. Este Congreso determina cómo se asignan anualmente casi mil millones de dólares para apoyar a Israel y a las comunidades judías mundiales. En este momento crítico, todos los votantes judíos estadounidenses con derecho a voto tienen la oportunidad de ayudar a dar forma al futuro de Israel y de oponerse a quienes pretenden debilitarlo.
Ester podría haber permanecido oculta, satisfecha en la comodidad del palacio. Pero eligió un camino diferente: el camino del liderazgo, del sacrificio y del valor. Por eso su nombre está inscrito para siempre en la historia judía.
Ahora, en nuestro propio tiempo, el pueblo judío se enfrenta a retos que exigen acción. Al igual que Mordejai hizo un llamamiento a Ester, hoy se nos hace un llamamiento a nosotros: ¿Nos levantaremos cuando más importa?
Para quienes pueden votar en las elecciones del Congreso Sionista Mundial, no se trata sólo de un momento simbólico, sino de una oportunidad real de participar en la configuración del futuro de Israel y del pueblo judío. El tiempo del silencio ha pasado. Ahora es el momento de actuar. Vota a Acción Israel365, (lista nº 7). Haz oír tu voz.
Y para los que no pueden votar, no penséis que esto os exime de actuar. Expresa tu opinión. Aboga. Apoya a los que pueden votar. Educa a tu comunidad sobre la importancia de apoyar a Israel. Ya sea mediante ayuda económica, activismo social o simplemente concienciando, todos tenemos un papel que desempeñar para asegurar el futuro del pueblo judío.
Porque, ¿quién sabe? Quizás para un momento como éste, se te colocó exactamente donde estás.