La ropa desempeña con frecuencia un papel importante en la narración bíblica, pero quizá nunca tanto como en la historia de José y sus hermanos. Descrito simplemente como un ketonet pasim, o «abrigo a rayas»(Génesis 37:3), el abrigo de José era un signo visible del amor que Jacob sentía por José, tanto que encendió los celos de sus hermanos. El abrigo se convirtió en el blanco de su odio y se lo quitaron antes de arrojarlo a la fosa. Tras vender a su hermano como esclavo, los hermanos empaparon el abrigo en sangre de oveja, utilizando la espeluznante imagen como prueba de la muerte de José.

El rabino David Kimhi, un comentarista bíblico medieval conocido por el acrónimo Radak, explicó que la túnica era «colorida». El Targum Yonatan describió la túnica como decorada con imágenes. El rabino Samuel ben Meir, nieto de Rashi, explicó que la túnica era única por su longitud, con mangas que llegaban hasta las palmas de las manos y las plantas de los pies. El comentarista medieval francés Rabí Shlomo Yitzchaki (conocido como Rashi) describió la túnica como tejida con lana fina, mientras que un contemporáneo español, Rabí Jonás ibn Janah, la describió como de seda.
Aunque hay muchas opiniones sobre el aspecto real de la túnica, un ketnonet pasim aparece en otros lugares de la Biblia. El rabino Levi ben Gershon, un comentarista bíblico francés medieval conocido por el acrónimo Ralbag, asocia la túnica de José con el ketonet pas im que llevaba Tamar, la hija del rey David(II Samuel 13:18).
El rabino Moisés ben Najmán, un erudito medieval español conocido como Najmánides, explicó que la túnica de José estaba bordada como las vestiduras del Templo, que estaban diseñadas para «la dignidad y el adorno»(Éxodo 28:2).
Tal vez no sea casualidad que una prenda de vestir, prueba del amor de su padre, se presentara también como falsa prueba de la muerte de José, y que otra prenda de vestir se presentara como falsa prueba de su culpabilidad con la mujer de Potifar(Génesis 39:11). Al igual que las ropas formaban parte de la caída en desgracia de José, su ascenso al poder en Egipto quedó simbolizado por el hecho de que el faraón le vistiera con «ropas de lino fino»(Génesis 41:42-43).
Según un midrash, el abrigo que José recibió de su padre tenía una procedencia notable. Tras comer del Árbol del Conocimiento, Adán fue consciente de su desnudez. Por bondad, Dios tejió un abrigo para que Adán se lo pusiera. El abrigo acompañó a Noé en el Arca y fue robado por Cam tras la retirada de las aguas, que se lo dio a su hijo Cus. Cus se lo dio a Nimrod y luego pasó a Esaú después de que éste matara al rey. Al igual que adquirió las bendiciones de Esaú mediante engaño, Jacob también adquirió este manto. Cuando se presentó ante Isaac, fue la fragancia de este abrigo, la fragancia del Edén, lo que percibió su padre ciego, convenciéndole de que su hijo mayor estaba sentado ante él. Fue este abrigo el que Jacob transmitió a su hijo favorecido.