La porción de Kedoshim incluye leyes morales y rituales destinadas a aumentar la santidad de la nación, así como castigos para muchas de las transgresiones mencionadas en Ajarei Mot.
Santidad
Esta unidad comienza con una exhortación a «ser santos». Los versículos siguientes esbozan cómo alcanzar esa santidad. La mayoría de las leyes contenidas en este capítulo se refieren a la interacción del hombre con sus semejantes, pero varias son también rituales. Ejemplos de las primeras son las porciones obligatorias a la caridad, los tratos comerciales honestos y tratar a nuestro prójimo como deseamos ser tratados. Ejemplos de las segundas son guardar el Sabbat, ser meticuloso en las leyes de los sacrificios y no adorar a los ídolos.
El enfoque del judaísmo en la ley social es parte de lo que lo hace único. La Biblia de Israel cita un discurso pronunciado por David Ben Gurion, primer primer ministro de Israel, cuatro años antes de la fundación del Estado. Hablando en una conferencia para grupos de jóvenes en Haifa en 1944, dijo: «Este pueblo dio al mundo grandes y eternas verdades morales y mandamientos… de la dignidad y el valor infinito del individuo (porque todo hombre ha sido creado a imagen divina), de la justicia social, la paz universal y el amor -‘Ama a tu prójimo como a ti mismo…'».
Entre las diversas leyes está el versículo 23, que dice: «Cuando entres en la tierra y plantes cualquier árbol para comer…». Como señala la Biblia de Israel, plantar árboles cumple el mandamiento de Números 33:53: «Poseerás la tierra y la poblarás». De 1901 a 2014, inspirados por este versículo, los judíos plantaron a mano más de 240 millones de árboles en Israel. De hecho, ¡Israel es uno de los únicos países del mundo que terminó el siglo XX con más árboles de los que empezó!
Puntos para reflexionar
¿Por qué crees que la Torá intercala la ley social con la ley ritual en este capítulo?
Castigos
El tema final de nuestra porción esboza los castigos para muchos de los delitos mencionados anteriormente, en particular en el capítulo 18. Quien entregue su descendencia a Moloc debe morir apedreado. El que lo habilite, o el que recurra a la brujería, será apartado del pueblo. El que maldiga a sus padres debe ser condenado a muerte. Quienes mantengan cualquiera de las relaciones prohibidas son castigados con la muerte, en formas acordes con la transgresión concreta. A continuación, la Torá reitera su afirmación anterior de que profanar la tierra acarreará la expulsión.
La porción termina ordenando al pueblo que distinga entre animales limpios e inmundos para comer, y prohibiendo de nuevo la brujería.
Puntos para reflexionar
¿Por qué crees que maldecir a los padres se castiga con la muerte? ¿No preferirían los padres que su hijo viviera?