Los expertos son categóricos: El plan del presidente Trump para Gaza no puede funcionar. Su visión de transformar Gaza, tomar el control del territorio y proporcionar a los palestinos mejores viviendas en un nuevo emplazamiento ha sido tachada de pura fantasía. Periodistas y expertos se burlan de la mera idea de que este refugio del terror pueda transformarse en lo que llaman sarcásticamente «Mar-a-Gaza».
Pero ya hemos oído antes esta misma certeza: la convicción absoluta de que construir un nuevo futuro en Israel es imposible. Dijeron lo mismo en 1896.
¿Por qué los expertos se equivocan tan sistemáticamente sobre lo que es posible en Israel?
Cuando Theodor Herzl lanzó el movimiento sionista moderno en 1896 con la publicación de El Estado judío, las reacciones de desprecio fueron rápidas y furiosas, al igual que después de que el presidente Trump anunciara su plan para Gaza.
El famoso historiador Simon Dubnow sostenía que el proyecto sionista de Herzl era «política, social y económicamente» imposible. Creía que como mucho 1.000 personas al año podrían trasladarse a Tierra Santa, lo que significa que no ayudaría a los millones de judíos que sufrían en Europa Oriental. Escribió: «El sionismo político es utópico por partida triple: el sueño de establecer un Estado judío respaldado por el derecho internacional, el sueño de lograr la migración de un elemento sustancial del pueblo judío a ese Estado y el sueño de resolver el problema de todo el pueblo judío mediante el establecimiento de un Estado judío…». (Simon Dubnow, Sionismo (Demográfico) Realismo y Deseo: Cartas públicas sobre el judaísmo antiguo y moderno, marzo de 1898).
Asher Zvi Hirsch Ginsberg, conocido principalmente por su nombre hebreo y seudónimo Ahad Ha’am, fue un famoso periodista y ensayista judío. También él rechazó la visión de Herzl: «Sólo una fantasía rayana en la locura puede creer que tan pronto como se establezca el Estado judío millones de judíos acudirán a él, y la tierra les proporcionará el sustento adecuado… Debemos confesarnos a nosotros mismos que la ‘reunión de los exiliados’ es inalcanzable por medios naturales».(El Estado judío y el problema judío, en Diez ensayos sobre sionismo y judaísmo, 1922)
Sin embargo, estos brillantes expertos estaban equivocados. Todo lo que dijeron que no podía ocurrir, ocurrió. Hoy viven en Israel más de siete millones de judíos. El Estado judío es una potencia: líder mundial en tecnología e innovación, con uno de los ejércitos más poderosos del mundo, una economía en rápido crecimiento y una población que cada año que pasa es más tradicional y está más conectada con Dios.
¿Cómo se equivocaron tanto estos expertos? Porque olvidaron lo que nos dice la Biblia:
El rabino Meir Wisser revela el significado más profundo de este versículo para la historia y el destino judíos. Enseña «El Señor le informó de que, aunque ahora la ciudad sería destruida e Israel sería enviado al exilio como el primero entre los exiliados, por providencia personal para castigarlos por sus pecados, no obstante, Su plan original no cambiaría: el plan que determinó que la tierra sería una herencia para los hijos de Israel. Esto es necesario porque Él es el Dios de toda carne, mediante Su gobierno general que conecta a todas las generaciones a través de muchos ciclos y combinaciones, ‘y nada es demasiado maravilloso para Mí'». Como Dios de toda carne, Su providencia se extiende por todas las generaciones, entretejiendo circunstancias aparentemente imposibles para cumplir Sus promesas. Lo que parece totalmente imposible a los ojos humanos no es más que otro paso en el plan maestro de Dios.
La historia judía moderna demuestra este principio divino. De algún modo, el milagroso crecimiento del Estado de Israel no convenció al mundo de que Dios no está sujeto a lo que es «realista». En 1974, tras la Guerra del Yom Kippur, se creó Gush Emunim, un movimiento que promovía el establecimiento de asentamientos judíos en toda Judea y Samaria. En aquel momento, la mayoría de la gente -judíos y no judíos- se mostraba muy escéptica sobre si era realista que los judíos se asentaran en el corazón bíblico de Israel.
Yaakov Sharett, hijo del segundo primer ministro de Israel, Moshe Sharett, dijo: «Ninguno de los colonos tiene intención de asentarse realmente en estos territorios. Es dudoso que de esto resulte siquiera un asentamiento permanente». (citado en Yigal Kenaan, Mekor Rishon, 1 de abril de 2011). En la actualidad, más de 500.000 judíos viven en Judea y Samaria, y su número crece a un ritmo superior al del resto de Israel.
Nos dicen que anexionarse Judea y Samaria es imposible, que nunca reconstruiremos las ciudades judías de Gaza, que recuperar el Monte del Templo y construir el Templo es un sueño imposible. Pero creemos en un Dios que cumple Sus promesas y hace posible lo imposible.
«¿Hay algo demasiado difícil para el Señor?» (Génesis 18:14). La respuesta entonces, como ahora, es clara: nada es imposible para el Dios de Israel.
Únete a la Acción Israel365 para construir un Israel más fuerte. Únete a nosotros mientras defendemos una nueva y audaz visión de Israel, apoyamos a las comunidades de Judea y Samaria y nos asociamos con los verdaderos aliados de Israel en todo el mundo. Únete hoy al movimiento¡!
