Cuando Moisés presentó a los judíos la perspectiva de recibir la Torá en el Sinaí, ellos respondieron: «¡Haremos todo lo que Hashem ha dicho!».(Éxodo 19:8).
Esta expresión de aceptación se repitió y amplió en una frase que ha caracterizado la observancia judía desde entonces, na’aseh v’nishmah (נַעֲשֶׂה וְנִשְׁמָע), «¡Todo lo que Hashem ha dicho lo haremos fielmente!»(Éxodo 24:7).
Esta frase implica una aceptación incondicional e incuestionable de la Torá y el compromiso de cumplir sus preceptos, ya que antepone la palabra na’aseh, haremos, a nishmah, oiremos.
Los comentaristas bíblicos invocan el principio de que la Torá no está escrita necesariamente de forma cronológica, afirmando que la frase de aceptación, na’aseh v’nishmah, fue declarada antes de que los judíos recibieran la Torá, aunque esté escrita después. Esta fiel aceptación era una poderosa señal de la valía del pueblo judío para recibir el gran don de la Torá.
Esta aceptación incondicional es especialmente importante porque los rabinos dividen los mandamientos de la Torá en dos categorías: jukim (leyes que trascienden la comprensión humana) y mishpatim (juicios o leyes que «tienen sentido»). Si los judíos hubieran aceptado la Torá basándose en su intelecto y capacidad individuales, los jukim habrían sido desatendidos.
En la cultura judía tradicional, la afirmación«na’aseh v’nishmah» ha llegado a personificar el compromiso judío con la Torá. Ha llegado a significar que los judíos cumplen las mitzvot (mandamientos) tal y como las han explicado los sabios, incluso antes de estudiar las razones y la metodología que hay detrás de ellas. Pero el voto también incluye la intención de seguir aprendiendo sobre las mitzvot incluso después de comprometerse a cumplirlas. En este método está implícita la creencia de que cumplir las mitzvot forma parte del proceso de aprendizaje, dotando de una comprensión más profunda a lo que está escrito en la Torá. Tiene la ventaja adicional de permitir el cumplimiento de la mitzvá a pesar de las innumerables complejidades de la ley. Pero también significa que el aprendizaje de las mitzvot conduce a una comprensión y un aprecio aún más profundos de los mandamientos de Dios.
Según algunos comentaristas, las palabras na’aseh v’nishmah indican una aceptación no sólo de las leyes inmediatas de la Torá, sino también de todas las futuras mitzvot de mandato rabínico.
Como los judíos aceptaron la Torá como nación, este precepto nos unifica en nuestras acciones para siempre en absoluta servidumbre al Dios de Israel. En ese sentido, esta forma de aceptación sitúa a Israel al nivel de los ángeles, como se afirma en Salmos 103:20-21:
Según el Talmud (Shabat 88a), el pueblo judío recibía coronas por preceder la palabra «na’aseh» (haremos) a la palabra «nishma» (oiremos), lo que implicaba que, ante todo, se comprometían a cumplir los mandamientos, y sólo después profundizarían en su comprensión. 600.000 ángeles coronaron a cada judío con dos coronas: una por «na’aseh» y otra por «nishma».
En esta frase na’aseh v’nishmah, la acción precede a la comprensión, o, como explica el Sefer HaJinuj, «El corazón sigue a las acciones que realiza una persona». Sin embargo, el Midrash explica que la comprensión también es importante para reforzar nuestra observancia de las leyes:
«‘Y ellos [the Children of Israel] dijeron: «Todo lo que Dios ha dicho lo haremos y lo oiremos», ya que inicialmente habían dado prioridad al hacer. Moisés les dijo: ‘¿Es posible hacer sin comprender? La comprensión lleva a la acción’. Entonces dijeron: ‘Haremos y comprenderemos’, [meaning] ‘Haremos lo que comprendamos’. Esto enseña que el pueblo dijo ‘na’aseh v’nishma’ antes de recibir la Torá»(Mekhilta d’Rabí Shimon bar Yochai 24:7).
El Talmud (Kiddushin 40b) explica la relación entre los hechos y el conocimiento diciendo que «el estudio es grande, porque conduce a la acción»
El Midrash compara la conversión de Rut la moabita con la fiel aceptación de la Torá por los judíos en el Sinaí. El Midrash relata que cuando Rut expresó su intención de quedarse con su suegra y formar parte del pueblo judío, Noemí empezó a explicarle las mitzvot y todo lo que implicaban. Rut la detuvo e insistió en que en aquel momento, incluso antes de conocer las leyes, sería una sierva fiel del Dios de Israel.
