La ironía involuntaria de la teología del reemplazo

septiembre 28, 2023
Jewish men pray at the Western Wall (Shutterstock.com)

El poder de la profecía es tal que sus ecos reverberan a través del tiempo, trascendiendo generaciones y tocando el núcleo mismo de la existencia humana. Algunas profecías permanecen envueltas en el misterio, mientras que otras se desvelan en el tapiz de la historia, presentando ante nosotros una imagen tan clara que resulta casi asombrosa. Tal es la profecía contenida en el Deuteronomio 30, un pasaje de profundo significado para Israel y el mundo de hoy. ¿Se han desarrollado realmente las profecías de antaño en nuestra era moderna? ¿Cómo resuenan con el estado actual de Israel y qué dicen sobre las arenas movedizas de la teología religiosa?

Deuteronomio 30 es uno de los pasajes más notables de toda la Biblia. Para ayudarnos a apreciar esta extraordinaria profecía de Moisés, repasemos los capítulos que conducen a ella.

El contexto del Deuteronomio 30

En Deuteronomio 28, Moisés relató al pueblo de Israel las bendiciones por la obediencia y los castigos por la desobediencia a la ley de Dios. Casi al final del capítulo, vemos que el castigo definitivo por la desobediencia es el exilio y la dispersión.

Luego, en el capítulo 29, Moisés continúa diciendo a la nación que, mientras estén en el exilio, la tierra quedará desolada. Moisés incluso describe cómo, en el futuro, gentes de otras naciones verán la destrucción de la tierra y el exilio del pueblo judío y concluirán que Dios ha hecho esto porque los judíos le dieron la espalda. (Deut. 29:22-28) Más adelante hablaremos de ello.

Deuteronomio 30 sucede hoy

Luego viene el Deuteronomio 30. Aquí, Moisés dice al pueblo que, tras muchas generaciones de dispersión por los cuatro puntos cardinales, volverán a la tierra.

El moderno Estado de Israel está hoy poblado por millones de judíos de todos los rincones de la tierra. El pueblo judío ha regresado en masa a nuestra tierra. Hemos tomado posesión de ella en forma de soberanía judía. Israel es una nación próspera. Y hoy hay más judíos en la tierra que en ningún otro momento de la historia. Cada detalle de esta profecía bíblica, pronunciada hace más de 3300 años, se ha cumplido en nuestro tiempo. Desde que se pronunció, todos los que leían la Biblia veían estos versículos como una profecía futura. Pero hoy vivimos en una época en la que cada palabra de estos versículos es una realidad.

Teología cristiana del reemplazo

Pero no todos los que profesan creer en la Biblia ven estos versículos de esta manera. Durante la mayor parte de los últimos 2000 años, la doctrina estándar del cristianismo respecto a los judíos era lo que se conoce como Supersesionismo o Teología del Reemplazo. Se trata de la creencia de que la Iglesia había sustituido a Israel.

Según el Supersesionismo, el pueblo judío era originalmente el pueblo elegido en alianza con Dios. Pero, debido a su desobediencia y violación del pacto, los judíos perdieron esta condición. El pacto de Israel se transfirió a la Iglesia. Para los que se adhieren a esta creencia en la actualidad, el estado moderno de Israel no es un cumplimiento de Deuteronomio 30. Cuando miran a los millones de judíos de todos los rincones de la tierra que pueblan la tierra de Israel bajo soberanía judía, no ven que se cumpla la profecía bíblica.

Cumplimiento involuntario de la profecía

Pero he aquí la ironía, ¡su negación de que el estado moderno de Israel sea un cumplimiento de estas profecías está incluida en las propias profecías!

Unos versículos antes de la profecía de Deuteronomio 30 que hemos citado, la Biblia dice:

Aquí Moisés predice una época en la que las naciones contemplarán el exilio de los judíos y la desolación de la tierra de Israel y llegarán a la conclusión de que la alianza entre Israel y Dios ha terminado. Cabe señalar que las naciones de este pasaje conocen el texto de la Biblia. El texto afirma explícitamente que compararán la tierra de Israel con las ciudades que Dios derribó en Génesis 19. Además, estos pueblos conocen claramente «toda maldición que está escrita en este libro».

Increíblemente, Moisés describió a personas de las naciones del mundo que conocen la Biblia y creen en ella, pero también creen que el pacto de Dios con el pueblo judío ha terminado. Imagínate oír esta profecía cuando Moisés la pronunció originalmente hace más de 3300 años. Este detalle parecería absurdo. ¿Por qué habría naciones que profesan creer en la Biblia pero creen que Dios ha roto Su pacto con el pueblo judío? Sin la fundación y difusión del cristianismo, ¿quién de entre las naciones del mundo conocería siquiera la Biblia?

Los teólogos cristianos que promovían la Teología del Reemplazo observaron el exilio aparentemente interminable de los judíos y la desolación de la tierra y llegaron a la conclusión exacta predicha por Moisés en estos versículos. Por la realidad que veían ante ellos, parecía que Dios había revocado la alianza al pueblo judío. Irónicamente, al propugnar su doctrina errónea, ¡estos teólogos estaban cumpliendo esta profecía sin ni siquiera darse cuenta!

Entonces, ¿por qué cometieron este error? La respuesta está también aquí, en el texto. Inmediatamente después de esta predicción del Supersesionismo, Moisés nos dice que «Las cosas secretas pertenecen al Señor». En otras palabras, no creas que puedes mirar la realidad y llegar a tus propias conclusiones sobre Dios basándote en lo que ves delante de ti. Aunque en tu época te parezca que Dios ha renunciado a Israel, no saques tus propias conclusiones sobre los planes de Dios. Lee la Biblia. El pacto es para siempre.

Rabbi Pesach Wolicki

Rabbi Pesach Wolicki is the Executive Director of Israel365 Action and the author of Verses for Zion and Cup of Salvation: A Powerful Journey Through King David’s Psalms of Praise. Rabbi Wolicki is the host of Eyes on Israel on Real America's Voice Network. He is a regular contributor to Israel365news.com and The Jerusalem Post.

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