Una llamada a uno, una llamada a todos

agosto 26, 2024
Nachal Dan in the Upper Galilee (Shutterstock.com)

Cuando leemos las palabras iniciales de la porción de la Torá de Re’eih (Deuteronomio 11:26-16:17), inmediatamente nos quedamos pensando: ¿A quién se dirige Dios exactamente? La palabra hebrea re’eih, «mira», está en singular, como si se dirigiera a un individuo. Sin embargo, lifneichem, «ante vosotros», está en plural, como si se dirigiera a toda la nación. Entonces, ¿a quién va dirigido? ¿Se dirige Dios a mí como individuo, o se dirige a todos nosotros como colectivo?

La respuesta, explica perspicazmente el rabino Ephraim Mirvis, Gran Rabino de las Congregaciones Hebreas Unidas de la Commonwealth, es ambas cosas. El uso tanto del singular como del plural no es una mera peculiaridad lingüística, sino una profunda lección sobre nuestra doble responsabilidad. Este tema de la doble responsabilidad recorre todo el Libro del Deuteronomio y es crucial para comprender nuestro papel como individuos y como parte de la comunidad en general.

Considera el comienzo de la porción de la Torá de la próxima semana, Shoftim (Deuteronomio 16:18-21:9):

De nuevo, vemos este patrón-lecha, para ti, en singular, seguido de she’arecha, vuestras puertas, en plural. El mensaje es claro: cada uno de nosotros es personalmente responsable de comportarse de forma justa, y nuestras acciones también deben contribuir al sistema de justicia más amplio que rige a toda la nación.

Esta dualidad también se refleja maravillosamente en la oración del Shemá, una de las oraciones más centrales de la vida judía. El Shemá tiene dos párrafos que contienen mandamientos casi idénticos: amar a Dios, estudiar la Biblia, ponerse filacterias y fijar un pergamino en el dintel de la puerta. Sin embargo, hay una diferencia crucial entre ellos. El primer párrafo está en singular, dirigido al individuo. El segundo párrafo, en cambio, está en plural, dirigido a toda la nación.

¿Qué nos enseña esto? Que nuestro compromiso con Dios y Sus mandamientos es tanto personal como comunitario. Como individuos, debemos estudiar la Biblia y seguir la palabra de Dios. Pero también tenemos la responsabilidad de garantizar que los demás también puedan estudiar y cumplir Su palabra.

El rabino Mirvis ilustra esta doble responsabilidad con la metáfora de la arena del mar, extraída de las palabras del profeta Oseas:

La arena, cuando está mojada, se aglutina, formando una masa sólida, pero está compuesta de innumerables granos individuales. Del mismo modo, cada uno de nosotros es un individuo distinto con responsabilidades personales, pero también estamos unidos, formando una nación fuerte y unificada.

Nuestras acciones personales tienen consecuencias comunitarias. La forma en que vivimos nuestras vidas no sólo nos afecta a nosotros mismos, sino a toda la nación. Esta doble responsabilidad -con nosotros mismos y con nuestra comunidad- es la esencia de lo que significa ser judío. No somos meros individuos que viven aislados; somos parte integrante de la nación de Israel, responsables unos de otros y del futuro colectivo de nuestro pueblo.

Lo mismo ocurre a nivel global. Todos somos individuos, cada uno con nuestro propósito y nuestro viaje únicos, pero también debemos reconocer nuestro lugar dentro del contexto más amplio de la humanidad. Del mismo modo que tenemos responsabilidades para con nosotros mismos, también tenemos el deber de considerarnos parte de la familia humana. Nuestras acciones, por muy personales que sean, contribuyen al bienestar del mundo. Ya sea mediante actos de bondad, esfuerzos hacia la moralidad y la justicia, o el cuidado de nuestro entorno, estamos llamados a considerar el impacto de nuestras vidas en el mundo entero. Al fin y al cabo, formamos parte de una comunidad global, y el destino de la humanidad está entrelazado con el nuestro.

Así pues, cuando Dios nos habla, nos habla a cada uno de nosotros individualmente, pero también nos habla a todos juntos. Las bendiciones y las maldiciones, las directrices y los mandamientos van dirigidos a ti, personalmente, y a todos nosotros, colectivamente. Que, mientras vivimos, recordemos siempre esta doble responsabilidad y nos esforcemos por cumplir nuestro papel como individuos y como parte de un todo mayor.

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Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

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