Hay pocos mandamientos en la Torá que parezcan tan violentos y despiadados como las normas que se establecen para tratar con una ciudad que se ha extraviado(Ir Hanidajat). En esta situación, la mayoría de los habitantes de una ciudad concreta adoran la idolatría, y la Torá exige que se mate a todos los habitantes de la ciudad y se quemen sus posesiones.
En realidad, los sabios interpretaron esta ley de forma tan restrictiva que, según sus palabras, «nunca hubo ni habrá» un caso de una ciudad descarriada. Pero, a pesar de todo, el mandamiento está en la Torá, y parece contradecir el versículo de Proverbios(3:17) que dice sobre la Torá
Aún más confusa es una línea al final de esta sección de la Torá que afirma:
La Torá dice que Dios mostrará compasión a los que se venguen de la ciudad. La aparición de la compasión parece sorprendente y fuera de lugar en el contexto de una orden de aniquilar una ciudad entera. ¿Qué hace una promesa de misericordia en el contexto de algo tan violento?
Según el rabino Naftali Tzvi Yehudah Berlin, comentarista bíblico conocido por su acrónimo el Netziv, a la Torá le preocupa que si alguien adopta un comportamiento violento, aunque la Torá se lo ordene, se convierta en una persona violenta.
Esta idea es similar al concepto hecho famoso por el Sefer Hachinuch, un texto judío publicado anónimamente en el siglo XIII que trata de los 613 mandamientos de la Torá, en el que se afirma que «las acciones de una persona determinan en qué se convierte». Explica que si una persona justa se viera obligada a ejercer una profesión cruel (por ejemplo, la de verdugo), acabaría convirtiéndose en una persona cruel. Y si una persona malvada se dedicara a acciones bondadosas, aunque sus intenciones fueran puramente para su beneficio personal, con el tiempo se convertiría en una persona bondadosa. (Sefer Hajinuj, mitzvá 16)
Del mismo modo, el Netziv sugiere que alguien que se comporta de esta manera agresiva, aunque justificada, y destruye la ciudad extraviada, necesita el don de la misericordia y la compasión de Dios para evitar que se convierta en una persona agresiva y cruel.
De hecho, las palabras hebreas del versículo traducidas como Dios «os mostrará compasión», significan literalmente que Dios «os dará compasión». Según esta interpretación, estas palabras significan que Dios devolverá el atributo de la compasión al pueblo que impuso el castigo a la ciudad de los adoradores de ídolos.
Esta idea nos enseña una lección muy valiosa. A menudo tenemos excusas para no hacer lo correcto o seguir el mandato de Dios. Tenemos brillantes cálculos de por qué seguir el camino de Dios nos afectará negativamente, y por eso pensamos que estamos justificados por elegir un enfoque diferente. Lo que aprendemos de este mandamiento es que Dios quiere que hagamos lo correcto y sigamos Sus caminos aunque parezca duro, impopular e incluso contraproducente. Nos promete que si nos atenemos a Él y no nos desviamos, velará por nosotros y nos envolverá en misericordia.
