¿Cuál es la diferencia entre drogarse y drogarse con Dios?
El rabino Shlomo Katz explica, basándose en la porción de la Torá de Toldot, que un subidón divino te mantiene colocado, pero drogarse te deja deprimido.
Este artículo explora las ideas espirituales clave de la porción de la Torá Toldot (Génesis 25:19-28:9), centrándose en los temas de la humildad, el misterio en las relaciones y el concepto de los dones inmerecidos.
El misterio de las relaciones
La porción de la Torá comienza con una afirmación aparentemente redundante acerca de que Isaac es hijo de Abraham. Esta repetición nos enseña la profundidad y el misterio de las relaciones:
- Abraham veía a Isaac como un misterio, sólo capaz de decir: «Soy su padre».
- Isaac veía a Abraham de forma similar, reconociéndole como su padre pero descubriendo continuamente más cosas sobre él.
- Este enfoque mantiene frescas las relaciones y permite un crecimiento y un descubrimiento continuos.
El poder de la humildad
La historia de Jacob recibiendo la bendición de Isaac ilustra la importancia de la humildad:
- Jacob se sintió indigno de la bendición y se acercó a ella con el corazón destrozado.
- Esto contrasta con Esaú, que se sentía con derecho a la bendición.
- La humildad crea espacio para que las bendiciones entren y surtan efecto en la propia vida.
La vida como don inmerecido
Una enseñanza clave de la porción es el concepto de la vida y las bendiciones como dones inmerecidos (Matnat Chinam):
- Considerar la vida y las relaciones como dones inmerecidos conduce a un estado espiritual superior.
- Esta perspectiva fomenta la gratitud y el asombro en la vida cotidiana.
- Es especialmente importante que los padres vean a sus hijos como regalos inmerecidos.
El «Rocío» de la Presencia Constante
La bendición de Isaac a Jacob menciona el «rocío del cielo», enseñando sobre la constancia en las relaciones:
- El rocío, a diferencia de la lluvia, siempre está presente.
- Esto simboliza la importancia de estar siempre presente para los demás.
- Los «amigos del rocío» son aquellos que siempre están ahí, independientemente de las circunstancias.
Aplicaciones prácticas
Las enseñanzas de esta parte pueden aplicarse de varias maneras:
- Aborda las relaciones con curiosidad y apertura, evitando suponer que conocemos plenamente a los demás.
- Cultiva la humildad reconociendo nuestras bendiciones como dones inmerecidos.
- Esfuérzate por ser una presencia constante y de apoyo en la vida de tus seres queridos.
Al interiorizar estas lecciones, podemos elevar nuestra vida espiritual y profundizar nuestras conexiones con los demás y con lo Divino.