Cuando recordamos el 23 aniversario del 11 de septiembre y, simultáneamente, nos acercamos al primer aniversario del 7 de octubre, esta pregunta pesa mucho en nuestras mentes. El tiempo ha pasado rápidamente desde estas tragedias, pero en muchos aspectos parece como si se hubiera detenido. Seguimos esperando respuestas, paz y la liberación de los rehenes. La incertidumbre de lo que vendrá después persiste en el aire, dejándonos en busca de algo a lo que aferrarnos, alguna seguridad de lo que el futuro pueda depararnos. En momentos como éste, la Biblia nos ofrece un tipo único de consuelo, no revelándonos lo que nos espera, sino guiándonos sobre cómo vivir con sentido en el presente.
La naturaleza humana a menudo nos obliga a buscar certezas sobre el futuro. Queremos saber lo que se avecina para poder prepararnos, protegernos o encontrar consuelo en la idea de que todo forma parte de un plan predeterminado. Como megaplanificadora, a veces me siento la reina de la necesidad de saber lo que será. Tanto en lo grande como en lo pequeño. Y estoy segura de que no soy la única que piensa así. Ojalá tuviéramos una bola ocho mágica para ver el futuro. Pero la Biblia adopta una postura diferente. Desaconseja explícitamente recurrir a tales prácticas, recordándonos que la búsqueda de la certeza sobre lo que nos espera no es el camino para encontrar la paz ni la claridad.
En cambio, la Biblia nos enseña una verdad más profunda en el versículo:
Este versículo nos reta a evitar consumirnos por lo que no podemos conocer. En lugar de preocuparnos por el futuro, se nos anima a vivir con sinceridad, integridad y un compromiso incondicional con el presente. En lugar de intentar descubrir lo que está oculto o predecir lo impredecible, la Biblia nos insta a centrarnos en nuestras acciones e intenciones aquí y ahora.
Este mensaje es especialmente significativo en el contexto del pensamiento judío, que hace hincapié en el poder del libre albedrío. El judaísmo no ve el futuro como un guión inmutable, sino como algo que co-creamos a través de nuestras elecciones y comportamientos. El futuro es algo abierto, moldeado por nuestros actos, nuestros valores y nuestra voluntad de cambiar. Es aquí, en las palabras de la Biblia, donde encontramos un sentido de agencia y responsabilidad. En medio de la incertidumbre, tenemos el poder de influir en lo que ocurra a continuación.
El concepto de libre albedrío adquiere especial relevancia durante el mes hebreo de Elul, una época de reflexión, arrepentimiento y renovación en el calendario judío. Mientras nos preparamos para las Altas Fiestas, hacemos teshuvah, es decir, volvemosa nuestro verdadero yo, buscamos el perdón y nos comprometemos a cambiar. Elul nos recuerda que cada año se nos concede la oportunidad de empezar de nuevo, de aprender del pasado y de tomar decisiones diferentes para el futuro. Es una época en la que se nos anima a preguntarnos: «¿Qué haré ahora?», en vez de «¿Qué ocurrirá ahora?».
Durante Elul, se nos recuerda que Dios cree en nuestra capacidad de crecimiento y transformación. La Biblia nos enseña que, en estos días, Dios tiende la mano a quienes buscan sinceramente acercarse a Él. Es un periodo de apertura divina, en el que nuestros esfuerzos por volver, renovar y reparar se encuentran con la ayuda divina. Esta idea es un profundo consuelo en tiempos inciertos: aunque no sepamos lo que nos espera, tenemos la seguridad de que nuestros esfuerzos por mejorar y cambiar nunca son en vano.
De este modo, se replantea la pregunta «¿Y ahora qué? En lugar de permitir que el miedo a lo desconocido nos paralice, estamos llamados a actuar en el presente. La Biblia nos guía para que confiemos en que, viviendo hoy con integridad, compasión y sinceridad, contribuiremos a forjar un futuro que tenga sentido y sea justo. Nuestras acciones, por pequeñas o aparentemente insignificantes que sean, pueden tener un impacto real en el mundo que nos rodea.
En última instancia, es lo que elegimos hacer ante la incertidumbre: si elegimos el miedo o la fe, la resignación o la resolución, eso es lo que marcará la diferencia en lo que vendrá a continuación.
Si te inspira el poder de la oración comunitaria, ¡no te pierdas nuestro vibrante grupo de oración de WhatsApp para Israel! El rabino Rami Goldberg publica a diario vídeos e imágenes de la vida en Israel, con reflexiones sugerentes e inspiradoras para la oración. Este grupo es la forma perfecta de sentirse conectado a Israel a través de la oración diaria. Unámonos en apoyo de Israel. Únete a nuestras oraciones diarias aquí.