Ruth

Para la mayoría de los judíos, la Meguilat Rut evoca inmediatamente pensamientos y recuerdos de la fiesta de Shavuot, cuando se se lee públicamente en la sinagoga.

Shavuot es una de las tres fiestas centrales de peregrinación y, según la tradición judía, es el día en que los hijos de Israel experimentaron la revelación, al recibir la Torá de Dios en el monte Sinaí. Parece desconcertante que, de todos los libros de la sagrada Biblia, leamos específicamente la Meguilat Rut el día que conmemora la entrega de la Torá.

La entrega de la Torá fue el momento más importante de la historia de la civilización, no sólo para los judíos, sino para toda la humanidad. Hace mucho tiempo, los Sabios se preguntaban por qué, si la Torá es tan sagrada, no se entregó en Tierra Santa. ¿Por qué se dio la Torá en un desierto estéril?

Los antiguos rabinos explicaron que, puesto que Israel es la patria judía, si la Torá se hubiera dado allí, habría pertenecido exclusivamente al pueblo judío. Por eso, en lugar de ello, Hashem eligió transmitir Su código moral en una montaña estéril del desierto sin dueño, para subrayar que Su Palabra es para todos por igual, porque Sus instrucciones son la clave de la redención universal.

En la Meguilat Rut leemos sobre la princesa moabita Rut , que se forja su propio camino hacia el monte Sinaí a través de su relación con su suegra Noemí. Rut está asociada a la festividad de Shavuot porque, con gran abnegación, encuentra su camino hacia la verdad última de la Torá. Como declara conmovedoramente a Noemí, «tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios» (Rut 1:16).

Esta experiencia redentora lleva a Rut a convertirse en la matriarca del linaje real del rey David, y en la antepasada definitiva del Mashiaj, que hará que el mundo entero reconozca a Hashem y la Torá que dio en el monte Sinaí en la festividad de Shavuot.