Esaú volvió a casa del campo y encontró a Jacob cocinando estofado de lentejas. Famélico tras una agotadora jornada de caza, Esaú exigió a Jacob que le diera un poco de guiso de lentejas para comer, Jacob accedió con la condición de que Esaú le vendiera su primogenitura. Creyendo que, de todos modos, la primogenitura no le servía de nada, Esaú aceptó la oferta y cambió así su primogenitura por un plato de estofado de lentejas: ¡Jacob debía de ser un buen cocinero!
Por lo general, la Biblia no nos dice lo que cenaban los patriarcas, así que ¿qué importancia tiene el hecho de que Jacob estuviera haciendo estofado de lentejas en primer lugar?
Las lentejas son una legumbre con una semilla redonda y comestible. Los distintos tipos de semillas de lenteja son de distintos colores, incluido el rojo. Sin embargo, cuando se cocinan, las lentejas rojas se vuelven amarillas. Las lentejas son ricas en proteínas y aminoácidos esenciales, por lo que constituyen un buen complemento de una dieta pobre en proteínas. Por eso, a veces se las llama «la carne del pobre».
Las lentejas se cultivaban y comían mucho en tiempos bíblicos, y aparecen también en otros tres lugares de la Biblia:
1. Durante la rebelión de Absalón, David y sus hombres recibieron alimentos para mantener a las tropas, que habían pasado hambre y sed. Las lentejas figuraban entre los alimentos que les dieron generosamente (II Samuel 17:28).
2. Hacia el final de su vida, cuando la Biblia habla de algunos de los guerreros más valerosos de David, menciona cómo Samma hijo de Age el ararita defendió de los filisteos una parcela de tierra llena de lentejas (II Samuel 23:11-12).
3. Se ordena a Ezequiel que se tumbe de lado durante 390 días y soporte el castigo de la Casa de Israel. Además, se le ordena cocer pan con determinados ingredientes, entre ellos lentejas, que deberá comer durante los 390 días que permanezca tendido de lado (Ezequiel 3:9).
Los Sabios enseñan que Jacob cocinaba estofado de lentejas porque su abuelo Abraham acababa de morir, y Jacob preparaba una comida de duelo para su padre Isaac. La sopa de lentejas era un plato apropiado para él, pues es costumbre en la tradición judía dar a los dolientes alimentos que sean redondos, símbolo de que el luto es un ciclo que acaba por envolver a todos en este mundo.
Esaú estaba tan absorto en sí mismo y en su hambre que no comprendió el simbolismo del plato. Exigió un poco de «esa cosa roja» (25:30) sin identificar siquiera lo que pedía, ¡lo único que le importaba era comer algo de comida y comerla ya! De hecho, Esaú estaba tan hambriento que ni siquiera esperó a que la comida se cocinara, sino que se comió las lentejas cuando aún estaban rojas, lo que significaba que aún estaban crudas, en vez de esperar a que se cocinaran y se volvieran amarillas. Como resultado, el propio Esaú pasó a llamarse rojo (25:30).
A Esaú sólo le importaba el aquí y el ahora. Sólo le interesaba satisfacer sus deseos rápidamente y quería una gratificación instantánea. No tenía paciencia para invertir en un proceso que requería tiempo y esfuerzo. Esta actitud se refleja en el nombre de Esaú, que está relacionado con la palabra hebrea asuy, que significa completo. A Esaú le interesaba lo esencial, lo que ya estaba acabado, y no las cosas que requerían un proceso meditado.
Jacob estaba tan disgustado por el comportamiento de Esaú que decidió que éste ya no merecía la primogenitura. Alguien que sólo podía vivir en el presente y preocuparse únicamente de sí mismo no era digno de ser el heredero espiritual de Abraham e Isaac y no podía ser quien llevara a cabo la santa obra de dar a conocer a Dios al mundo. Por este motivo, Jacob insistió en que Esaú renunciara a su primogenitura a cambio del plato de estofado de lentejas, razón por la que la Biblia se asegura de decirnos exactamente qué estaba cocinando Jacob para cenar.
Observa: ¡Cómo cocinar la sopa de lentejas de Jacob!