Fe privada y pública

enero 31, 2024
Jaffa Gate

El mandamiento de este versículo ordena que se escriba este párrafo, Deuteronomio 6:4-9, así como Deuteronomio 11:13-21, en un pergamino que luego se coloca en la jamba de la puerta de la casa. Estos dos pasajes son «estas palabras» que la Biblia manda escribir en las jambas de las puertas. Los judíos han seguido practicando este mandamiento bíblico hasta nuestros días. El nombre hebreo común del pergamino que se fija al marco de la puerta es mezuzá, palabra hebrea que en este versículo significa «poste de la puerta».

El significado de «puerta» en la Biblia

En el inglés coloquial moderno, el final del versículo parece algo redundante. ¿Qué diferencia hay entre «los postes de tu casa» y «tus puertas»? ¿No podría la Biblia haber sido más concisa y ordenar que la mezuzá se escribiera en todos los postes de las puertas? Habríamos entendido que esto incluye tanto las jambas de la casa como las puertas exteriores.

La verdad es que esta pregunta se basa en un malentendido de lo que la Biblia quiere decir cuando utiliza la palabra «puertas». La palabra hebrea shaar -puerta- aparece más de 300 veces en la Biblia. Casi nunca se refiere a la puerta de la propiedad privada de alguien. Más bien, en hebreo bíblico, la palabra «puerta» se refiere a la entrada de una ciudad, un edificio público o un palacio. De hecho, hay numerosos versículos que utilizan la palabra shaar como sinónimo de «ciudad». Por ejemplo

La última palabra de este pasaje de los Diez Mandamientos significa literalmente «en vuestras puertas». Los traductores la tradujeron correctamente como «en vuestras ciudades», ya que la palabra «puerta» en hebreo bíblico también significa espacios públicos, pueblos y ciudades. Esto se debe probablemente a que todas las ciudades del Antiguo Oriente Próximo estaban rodeadas de murallas protectoras con puertas vigiladas.

En resumen, la palabra «puertas» en la Biblia no se refiere a las puertas que se abren a la propiedad privada, sino a los espacios públicos y a las ciudades.

Fe privada y pública

Teniendo esto en cuenta, podemos ver fácilmente la lección del final del versículo. Deuteronomio 6:4-9 describe la obligación de amar a Dios y de servirle con dedicación incondicional. Deuteronomio 11:13-21 ordena la obediencia a la ley de Dios y la promesa de recompensa por cumplir la palabra de Dios, o de castigo por la desobediencia. Estas palabras deben estar «escritas en los postes de tu casa y en tus puertas».

La casa es dominio privado. Las puertas son públicas. El propósito de las palabras en los postes de las puertas es recordarnos continuamente que nuestro compromiso con Dios debe regir nuestra vida en todos los contextos, tanto privados como públicos.

Hay muchas personas para las que la fe sólo se expresa fuera de casa. Asisten a los servicios de la iglesia o la sinagoga en los momentos adecuados. Envían a sus hijos a escuelas religiosas. Incluso pueden asistir ellos mismos a las clases. Pero para muchos, cuando termina el servicio y vuelven a casa, dejan a Dios en la puerta principal. Incluso para muchas personas que practican el culto con regularidad, la vida doméstica no está impregnada de fe. La mezuzá en el dintel de la puerta de casa está ahí para recordar a estas personas que su relación con Dios continúa en el hogar.

Para otros, ocurre lo contrario. Hay muchas personas que profesan la fe en Dios y educan a sus familias con valores coherentes con esta fe. Y, sin embargo, se resisten a profesar esta fe en la plaza pública. Prefieren que la fe sea un asunto privado. Para estas personas, el mandamiento de colocar una mezuzá en el dintel de las puertas, en la plaza pública, envía un mensaje importante. El compromiso con Dios no es sólo un asunto privado. La fe bíblica está destinada a gobernar la sociedad, no sólo a los individuos.

El mensaje es claro. La fe en Dios, el amor a Él y el compromiso con Su ley no deben regir sólo lo que ocurre en nuestros hogares. El compromiso pactado con Dios debe escribirse también en los postes de las «puertas».

Debemos mostrar nuestro amor a Dios y nuestro compromiso con Sus leyes tanto en nuestra vida privada como en nuestra contribución a la sociedad en general. Éste es el mensaje de la mezuzá.

Este artículo ha sido extraído del libro del rabino Pesaj Wolicki, Versículos para Sión. Versículos para Sión ofrece una profunda exploración de enseñanzas bíblicas devocionales, intrincadamente tejidas en torno a la tierra, el pueblo y el Dios de Israel. Cada página es un viaje a través de la historia y la fe, que ilumina los relatos bíblicos con interpretaciones perspicaces y sabiduría espiritual. Haz clic aquí para encargar ahora tu ejemplar de Versículos para Sión.

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Rabbi Pesach Wolicki

Rabbi Pesach Wolicki is the Executive Director of Israel365 Action and the author of Verses for Zion and Cup of Salvation: A Powerful Journey Through King David’s Psalms of Praise. Rabbi Wolicki is the host of Eyes on Israel on Real America's Voice Network. He is a regular contributor to Israel365news.com and The Jerusalem Post.

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