«…en el año duodécimo del rey Asuero, pur -que significa «la suerte»- fue echada delante de Amán sobre cada día y cada mes, [hasta que cayó en] el mes duodécimo, es decir, el mes de Adar». (Ester 3:7)
Este versículo del Libro de Ester es la primera vez que se hace referencia al duodécimo mes lunar por su nombre babilónico: Adar.
Adar es el mes más feliz del año. Como decían los sabios
cuando comienza el mes de Adar, aumenta el regocijo. (Taanit 29a)
En Israel, puedes sentir la diversión y la festividad desde el primer día del mes. Pero, ¿por qué Adar es un mes tan feliz?
El 7 de Adar
El Pueblo de Israel tiene una larga tradición de celebrar el aniversario del día de la muerte de una gran persona. El aniversario de la muerte de una gran persona es muy especial, ya que es el día en que completó su vida y en el que todo el bien que hizo se pone de manifiesto y se revela.
Por eso celebramos el día de la muerte de Moisés, el 7 de Adar. La Biblia nos dice que Moisés fue «el hombre más humilde que jamás haya existido»(Números 12:3), y que habló con Dios «cara a cara»(Deuteronomio 34:10). Fue él quien redimió al pueblo judío de Egipto, hizo descender la Torá del cielo en el monte Sinaí y condujo a los israelitas a través del desierto.
¡La vida de una persona de ese calibre merece ser celebrada!
Ésta es una de las cosas que hacen del mes de Adar un mes tan especial.
Purim – 14 y 15 de Adar
Pero la razón principal de que Adar sea un mes tan feliz es la fiesta de Purim.
La historia de Purim >se narra íntegramente en el Rollo de Ester. Narra la milagrosa salvación del pueblo judío de la destrucción total y la aniquilación a manos del malvado Amán durante el exilio persa.
La salvación tuvo lugar los días 14 y 15 del mes de Adar. Como describe el Rollo de Ester, en esos dos días se permitió al pueblo judío contraatacar a sus atacantes. Al final, los judíos mataron a más de 80.000 de sus enemigos, ¡sin que se perdiera ninguna vida judía!Todo gracias a Dios, aunque Su nombre no se menciona ni una sola vez en todo el libro.
Estos dos días se fijaron como días de regocijo, entrega de regalos, donaciones caritativas y banquetes. También se lee públicamente el Rollo de Ester, tanto de noche como de día.
En la mayoría de los lugares, la fiesta de Purim se celebra el 14 de Adar, pero los habitantes de Jerusalén (y de otras ciudades que estaban rodeadas de murallas en tiempos de Josué) lo celebran el 15 de Adar.
A día de hoy, la fiesta de Purim es el día más festivo del año.
Profundización en el mes de Adar
Como hemos dicho, Adar es el mes de la felicidad. La palabra «felicidad» es una traducción al español de la palabra hebrea simcha (שִׂמְחָה).
La palabra simcha se refiere en realidad a un estado único de profunda felicidad interior. Y cuesta trabajo llegar a él. La experiencia de >simcha es el resultado de tener un conocimiento intelectual y emocional integrado de que Dios dirige el mundo.
Para alcanzar la simcha, no basta con pensar: «Sé que Dios dirige el mundo», ni con «sentirlo en el corazón». Tienes que trabajar tanto el pensamiento como el sentimiento.
Y cuando integres ambas, experimentarás una felicidad y una satisfacción profundas que nunca podrán destruirse. Incluso en los días más duros y oscuros.
Entonces, ¿cómo puedes cultivar la simcha?
Hay muchas maneras, pero una de las más sencillas es leer el Rollo de Ester. Pero no sólo una vez. Léelo una y otra vez, lenta y profundamente. Mientras lo lees, concéntrate en los detalles de los acontecimientos del libro sin olvidar que, aunque falte Su nombre, Dios está detrás de cada detalle de la historia.
El Rollo de Ester narra la liberación del pueblo judío de un complot para exterminarlo en Persia durante el reinado del rey Asuero. Aunque el nombre de Dios no aparece en el texto, Su presencia se deja sentir en todo el libro. Por ejemplo, la mano de Dios es evidente en la cadena de acontecimientos que llevaron a Ester a convertirse en reina, en el descubrimiento por Mardoqueo del complot de asesinato y en la decisión del rey de perdonar a los judíos. El Libro de Ester sirve como recordatorio de que, incluso cuando Dios no se revela a Sí mismo ni Su presencia, Su providencia y guía pueden sentirse en los acontecimientos de nuestras vidas.
La práctica de leer el Rollo de Ester una y otra vez te ayudará a establecer una conciencia de la implicación de Dios en cada momento de la historia, que luego podrás aplicar a tu propia vida.
Cuando reconozcas a Dios en todos los aspectos de tu vida, incluso los acontecimientos menos agradables de tu vida que puedas sentir que están «fuera del control de Dios» (Dios no lo quiera), cobrarán tanto sentido como los acontecimientos buenos. Al fin y al cabo, ¡provienen de la misma Fuente Única!
A medida que reconozcas la mano de Dios en todo, empezarás a ver cómo se fortalece tu fe, y de ahí surgirá la simcha.
Sabrás que has alcanzado la simcha cuando sientas una profunda sensación de seguridad y una poderosa, tranquila e interna felicidad tanto en tu mente como en tu corazón.
Así que, ¡coge tu ejemplar del Pergamino de Ester y ponte en marcha!
¡Feliz Adar!
