Cuando Noemí y su nuera Rut regresaron a Israel desde las llanuras de Moab, llegaron al principio de la cosecha de cebada. De hecho, ésta es una de las razones por las que el Libro de Rut se lee en la Fiesta de las Semanas, que celebra las cosechas de cebada y trigo.
La cebada, el segundo de los productos agrícolas especiales de la Tierra de Israel (Deuteronomio 8:8),
tiene un aspecto similar al del trigo, pero es un grano más pequeño y está rodeado de largas hebras parecidas a pelos. Esto explica su nombre hebreo se’orah (שעורה), que procede de la palabra sei’ar (שיער), que significa «pelo». Además, la cebada necesita menos agua y madura antes que el trigo.
En la Biblia, la cosecha de cebada significa el comienzo de la primavera. El omer, una ofrenda de cebada, se llevaba al Templo de Jerusalén el segundo día de la Pascua, correspondiente al decimosexto día del mes de Nisán. Sólo una vez traída esta ofrenda, se podía comer todo el grano que hubiera echado raíces antes del momento de la ofrenda. La ofrenda de cebada en el Templo era una ceremonia alegre que nos enseña la importancia de dedicar una parte de nuestras cosechas a nuestro Creador antes de comer de ellas nosotros mismos.
En comparación con el trigo, la cebada escasa es un grano más humilde, que suele utilizarse para la alimentación animal y no para el consumo humano. ¿Cuál es la lección del simple grano de cebada? Cada persona tiene partes de sí misma que se parecen más a los animales y partes que se parecen a la Divinidad. El hombre está plagado de deseos y pasiones animales, pero al mismo tiempo anhela la plenitud, la espiritualidad y la conexión con el Señor. Cuando se trata de las partes animales del hombre, conviene hacer una ofrenda de cebada; las pasiones animales necesitan contención y vinculación a Dios. El mensaje de la cebada y de la ofrenda del omer es que el hombre debe utilizar sus deseos físicos de la forma que Dios quiere, asegurándose así de que todas sus acciones y pensamientos son apropiados para alguien creado a imagen de Dios, y acercándolo aún más a la Divinidad.
Siete semanas después de que se traiga la ofrenda del omer, en la Fiesta de las Semanas, que celebra la entrega de la Torá en el monte Sinaí, la ofrenda que se trae es de trigo. La cebada es lo que se da de comer a los animales, mientras que el trigo es el alimento básico del consumo humano. La ofrenda hecha de trigo en la Fiesta de las Semanas, en contraste con la ofrenda de apenas traída en la Pascua, nos enseña que seguir la Torá, la palabra de Dios, es lo que nos eleva del nivel animal al nivel humano.