סְּנֶה
Sneh (Zarza ardiente)
s'-NEH
Moisés se encontró con una zarza ardiente mientras cuidaba el rebaño de su suegro Jetro en el desierto. La zarza estaba ardiendo, pero milagrosamente las llamas no la quemaron. Cuando se acercó a la zarza, Dios le habló desde su interior y le dijo que había sido elegido para sacar a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Este acontecimiento marcó el inicio del viaje de Moisés como profeta y líder de su pueblo.
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