Una escalera de innovación espiritual

diciembre 7, 2024
Steps to an Israeli Sunset (Shutterstock.com)

En 1987, Bruce Springsteen publicó una canción titulada «Jacob’s Ladder» en su álbum «Tunnel of Love». El título de la canción alude a la historia bíblica del sueño de Jacob, utilizándola como metáfora de la lucha personal y la búsqueda de una vida mejor. También resulta ser una canción que se cuela en mi cabeza, convirtiéndose en un gusano de oído, todos los años cuando leemos la porción sobre el sueño de Jacob durante el Sabbat. Pero está claro que la conexión entre las escrituras y la canción demuestra cómo la imagen de la escalera de Jacob sigue resonando a través del tiempo y la cultura.

En hebreo, la palabra para escalera, «sulam», encierra una profundidad oculta. Reordenando sus letras, llegamos a «semel», que significa símbolo. Esta conexión lingüística insinúa el significado más amplio de la escalera, más allá de su uso práctico. A diferencia de muchas innovaciones que han quedado obsoletas, el concepto fundamental de una escalera permanece inalterado: un dispositivo para ascender o descender, tendiendo puentes entre distintos niveles.

El relato bíblico de la escalera de Jacob amplía esta función básica, presentándola como una conexión entre el cielo y la tierra. Esta imaginería nos invita a considerar la escalera como una metáfora de las transiciones de la vida y de la búsqueda humana de crecimiento y comprensión. Cuando nos enfrentamos a cambios o retos, a menudo buscamos formas de pasar de nuestro estado actual a un resultado deseado. En este contexto, podemos distinguir entre dos enfoques: tender puentes y trascender.

Imagina un puente que se extiende entre dos puntos. Permite el movimiento horizontal, llevándonos de un lugar a otro mientras mantenemos nuestra perspectiva actual. Una escalera, sin embargo, ofrece movimiento vertical. A medida que subimos, nuestro punto de vista cambia, proporcionando nuevas perspectivas a cada paso. Esta verticalidad de la metáfora de la escalera nos anima a pensar no sólo en cambiar nuestras circunstancias, sino en transformarnos a nosotros mismos en el proceso.

En la tradición judía, la imagen de la escalera de Jacob se ha interpretado de diversas maneras. Algunos la ven como una representación del ascenso y la caída de las naciones a lo largo de la historia, con diferentes culturas que ascienden a la prominencia antes de declinar finalmente. Otros consideran que los ángeles que ascienden y descienden por la escalera simbolizan la protección divina, adaptándose a las circunstancias cambiantes del pueblo judío en distintas tierras. La escalera también se ha considerado una poderosa metáfora de la oración, que ilustra cómo nuestras palabras e intenciones sinceras pueden ascender del reino terrenal al divino.

Más allá de sus connotaciones religiosas, la escalera sirve como metáfora versátil del crecimiento personal y la superación personal. Cada peldaño representa un nivel de comprensión, comportamiento ético o conciencia espiritual. Nuestra elección de palabras en las conversaciones, la naturaleza de nuestras relaciones y los patrones de nuestros pensamientos contribuyen a nuestra posición en esta escalera imaginaria. Cuando nos enfrentamos a retos o provocaciones, podemos imaginarnos mentalmente estos peldaños y preguntarnos: ¿Nos estamos elevando a nosotros mismos y a los demás mediante una comunicación amable y constructiva? ¿Estamos cultivando pensamientos que amplíen nuestra comprensión y empatía?

En un mundo que a menudo parece caótico e impredecible, la escalera de Jacob ofrece un símbolo intemporal de esperanza y progreso. Conecta lo tangible con lo intangible, el momento presente con nuestras aspiraciones para el futuro. Tanto si nos encontramos en un peldaño bajo pero ascendiendo, como si estamos en un peldaño más alto pero descendiendo, la escalera nos recuerda que el cambio es constante y que siempre tenemos la oportunidad de subir más alto. Esta antigua imagen sigue resonando en nuestras vidas modernas, invitándonos a llegar continuamente más alto en nuestros pensamientos, acciones y comprensión del mundo que nos rodea. De este modo, la escalera de Jacob no es sólo una reliquia de las antiguas escrituras, sino una metáfora viva que puede guiarnos e inspirarnos en nuestra búsqueda continua de sentido, crecimiento y conexión con algo más grande que nosotros mismos.

Mantengamos la Tierra de Dios se dedica a fortalecer y defender el derecho de Israel a su corazón bíblico. Infórmate hoy mismo sobre esta increíble misión.

Sara Lamm

Sara Lamm is a content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. Originally from Virginia, she moved to Israel with her husband and children in 2021. Sara has a Masters Degree in Education from Bankstreet college and taught preschool for almost a decade before making Aliyah to Israel. Sara is passionate about connecting Bible study with “real life’ and is currently working on a children’s Bible series.

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