Un encuentro con Dios

Por: Sondra Oster Baras
febrero 19, 2016

La porción de esta semana comienza con el final del capítulo 27 del Éxodo e incluye las instrucciones para Aarón y los sacerdotes en sus funciones de culto: sus ropas, el proceso de santificación por el que pasarán y algunas instrucciones relativas al altar, el altar del incienso y la «tienda del encuentro». Es en la instrucción relativa a esta «tienda» en la que me gustaría centrarme.

Al hablar del sacrificio diario regular, la Escritura se refiere al lugar al que será llevado:

He colocado a propósito las palabras «tienda de reunión» entre comillas, porque es la traducción de estas palabras lo que quiero discutir.

Las palabras hebreas reales para tienda de reunión son «Ohel Moed». Ohel significa tienda y Moed suele significar tiempo. De hecho, es esta misma palabra la que se utiliza para introducir las fiestas de Dios en Levítico 23:4: «Estos son los tiempos señalados* por el Señor, las santas convocaciones, que proclamaréis a la hora señalada para ellas». En esencia, sin embargo, la palabra «moed» se ha utilizado para referirse a las fiestas y es intercambiable con la palabra para festival o fiesta. Por tanto, a partir del versículo del Levítico, vemos que la palabra moed significa realmente tiempo, pero se utiliza para referirse a las fiestas.

En la escritura de nuestra porción, sin embargo, la palabra también se utiliza para denotar reunión, como dejan claro el final del versículo 42 y el versículo 43, pues las palabras para reunión proceden de la misma raíz que moed.

Es evidente, pues, que existe una conexión entre estas palabras: reunión, tiempo y fiesta. Y todo el concepto de «Ohel Moed» o tienda del encuentro, engloba todos estos significados.

El Ohel Moed está en el Tabernáculo y es el lugar donde se reúnen Dios y el pueblo judío. Es donde Dios habla con Moisés y donde los sacerdotes llevan los sacrificios a Dios en nombre del pueblo de Israel. Estos sacrificios se llevan en momentos determinados. Y las fiestas se celebran en fechas y horas determinadas.

El encuentro con Dios, al parecer, está íntimamente relacionado con el tiempo. No se trata de un encuentro fortuito, sino determinado por Dios, según Su tiempo y en el lugar que Él elija. De hecho, la propia palabra encuentro suele denotar tiempo, lugar y conexión entre dos personas. En este caso, el encuentro con Dios se refiere al tiempo (a Su elección, o durante las fiestas), al lugar (el Tabernáculo) y a la conexión (encuentro entre Dios y Su pueblo).

Curiosamente, la palabra Moed, o fiesta, también se ha adoptado para referirse a la recién creada fiesta del Día de la Independencia de Israel. En esa fiesta, nos saludamos con el saludo tradicional de «Feliz Moed» o feliz fiesta. Al hacerlo, tal vez reconozcamos que la creación del Estado de Israel no fue sólo una ocasión feliz, sino una ocasión en la que Dios y Su pueblo se encuentran -en la tierra sagrada de la Tierra de Israel, donde caminamos juntos, Dios y Su pueblo, a través de sucesos milagrosos hacia la Redención definitiva.

¡Qué asombroso pensamiento contenido en una sola palabra!

* En realidad, la traducción utiliza aquí la palabra «fiestas», pero omite la traducción literal de la palabra «moed» en singular o «moadim» en plural, que literalmente significa tiempos.

Sondra Oster Baras

Sondra Oster Baras nació y creció en Cleveland, Ohio, en un hogar judío ortodoxo. Tras licenciarse en Barnard, se doctoró en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia. Residente en Samaria desde hace mucho tiempo, en 1998 abrió la oficina en Israel de Amigos Cristianos de las Comunidades Israelíes.

Tomado de Shabbat Shalom de Sondra Oster Baras.

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