Un Amigo de Israel con Corazón de León

septiembre 11, 2025
Charlie Kirk, a friend of Israel and the founder of Turning Point USA (Shutterstock)

Anoche el mundo se vio sacudido por la trágica noticia de que Charlie Kirk había sido asesinado en la Universidad de Utah Valley. Sólo tenía treinta y un años. Charlie Kirk no era simplemente otro comentarista en la arena política. Era un defensor de Israel con corazón de león y un audaz defensor de la civilización judeocristiana. El primer ministro Benjamin Netanyahu lo lloró como «un amigo de Israel con corazón de león» que «luchó contra las mentiras y se mantuvo firme en defensa de la civilización judeocristiana.» El activista israelí Yoseph Haddad añadió: «Hemos perdido a un verdadero amigo del Estado de Israel. Un hombre valiente que defendió nuestro país con determinación, se enfrentó a los propalestinos sin vacilar y llevó a cabo la hasbará (defensa) israelí a pesar de no ser israelí ni judío.»

Charlie Kirk creció en los suburbios de Chicago y a los dieciocho años cofundó Turning Point USA, el movimiento juvenil que se convirtió en una de las fuerzas conservadoras más influyentes de Estados Unidos. Era un cristiano evangélico declarado que vinculaba directamente su visión política a su fe. Israel ocupaba un lugar central en esa visión. Visitó Israel varias veces, incluso en 2018, cuando la embajada estadounidense se trasladó a Jerusalén, y más tarde declaró en un discurso en Jerusalén: «Soy muy pro-Israel. Soy cristiano evangélico, soy conservador, soy partidario de Trump, y toda mi vida he defendido a Israel» (Agencia Telegráfica Judía, 10 de septiembre de 2025). Para Kirk, apoyar a Israel no era una cuestión secundaria, sino una parte definitoria de su identidad. Llevó ese mensaje a innumerables campus universitarios, iglesias y conferencias de toda América, defendiendo que apoyar a Israel era tanto un imperativo moral como una convicción bíblica.

La esposa de Charlie, Erika, publicó un verso en las horas posteriores a su muerte:

אֱלֹהִ֣ים לָ֭נוּ מַחֲסֶ֣ה וָעֹ֑ז עֶזְרָ֥ה בְ֝צָר֗וֹת נִמְצָ֥א מְאֹֽד׃

Dios es nuestro refugio y fortaleza,
un auxilio en la angustia, muy cercano.

Ahora las palabras caen con fuerza. Si Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, ¿por qué los hombres caen acribillados por decir la verdad? ¿Por qué alguien que está ante una multitud con palabras en los labios encuentra tal final? Esa pregunta recorre las Escrituras y nuestros propios corazones. ¿Qué significa defender la verdad en un mundo que intenta silenciarla con la violencia?

La elección del Salmo 46 por parte de Erika es sorprendente. El versículo no promete que los problemas desaparecerán. Reconoce que los problemas son y serán siempre el telón de fondo de la vida humana. Pero declara que, en medio del caos, Dios es un refugio. El salmista dice: «Dios está en medio de ella, no será derribada; al amanecer Dios vendrá en su ayuda». (Salmos 46:1) Incluso cuando las cosas más permanentes se derrumban, Dios sigue siendo el refugio inamovible. La violencia puede golpear y las naciones pueden enfurecerse, pero la fuerza de Dios es mayor que la malicia humana. Ésa es la esperanza a la que deben aferrarse ahora la familia de Charlie y todos los que le querían.

La vida de Charlie Kirk fue también un recordatorio de que el silencio ante la mentira no es una opción. Se plantó en salas de conferencias y plazas públicas y dijo lo que creía que era verdad, a menudo en entornos hostiles. Esa voluntad de enfrentarse a la falsedad con palabras es profundamente bíblica. Los profetas de Israel hicieron lo mismo, presentándose ante reyes y multitudes burlonas, declarando la palabra de Dios sin temblar. Siempre se ha odiado a los que dicen la verdad por desenmascarar lo que otros quieren ocultar, pero siempre se les ha llamado a seguir hablando.

La voz de Charlie ha sido silenciada por el asesinato, pero su misión no puede serlo. Defender a Israel, luchar contra la mentira, insistir en que las personas libres deben poder decir la verdad sin miedo, ésta es una vocación que pertenece a todos los que aman la justicia.

No podemos vivir en un mundo en el que matar sustituya a argumentar. No podemos permitir que las balas dicten qué palabras pueden pronunciarse. El mandamiento de la Torá es absoluto: Lo tirtzach – No asesinarás. Y la seguridad del salmo es inquebrantable: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro auxilio en la angustia» (Salmos 46:1). Esa verdad debe ser nuestra ancla mientras lloramos, mientras defendemos lo que es justo y mientras nos negamos a ceder la verdad al terror.

Sara Lamm

Sara Lamm is a content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. Originally from Virginia, she moved to Israel with her husband and children in 2021. Sara has a Masters Degree in Education from Bankstreet college and taught preschool for almost a decade before making Aliyah to Israel. Sara is passionate about connecting Bible study with “real life’ and is currently working on a children’s Bible series.

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