Tomar el Control: El fundamento bíblico de la autonomía

marzo 29, 2025
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¿Te has sentido alguna vez como un artista de circo, haciendo malabarismos con una docena de pelotas a la vez? Como madre, estoy constantemente haciendo equilibrios entre los horarios escolares, la planificación de las comidas, los plazos del trabajo y las necesidades de la familia. A veces parece abrumador, pero hay algo profundamente satisfactorio en hacerse cargo del caos. Esta capacidad de controlar lo que gestionamos -ejercer la autonomía- no es sólo una habilidad parental moderna. En realidad, es una necesidad humana fundamental que se entreteje a lo largo de la Biblia hebrea.

¿Qué significa hacernos verdaderamente dueños de nuestras vidas, y cómo aborda la Biblia hebrea este aspecto esencial del ser humano?

La respuesta está en una porción especial de la Biblia hebrea llamada Parashat HaChodesh (La Porción del Mes), que leemos justo antes de que comience el mes de Nisán. Esta lectura contiene uno de los mandatos más significativos dados a los israelitas cuando aún estaban en Egipto: el establecimiento del calendario judío:

Este mandamiento puede parecer administrativo a primera vista: simplemente establece un sistema de calendario. Pero su momento y contexto revelan algo mucho más profundo. Los israelitas seguían esclavizados en Egipto, pero Dios ya les estaba concediendo el control sobre algo precioso: el propio tiempo.

¿Qué hace que este mandamiento en concreto sea tan singular? En realidad, fue la primera mitzvah (mandamiento) dada a los israelitas como nación. Antes de que se completaran las plagas, antes del Éxodo propiamente dicho, Dios ya estaba transfiriendo la autoridad al pueblo. En la esclavitud, su tiempo pertenecía al Faraón. Ahora, aunque estuvieran esclavizados físicamente, eran libres espiritualmente para determinar cuándo empezaban y terminaban los meses.

Piensa en lo que esto significa: Cuando aún estaban bajo el dominio egipcio, se dijo a los israelitas que tomaran las riendas de cómo medían sus días. La palabra hebrea para mes, chodesh, procede de la raíz que significa «nuevo» o «renovación». Dios no sólo les dio un calendario, sino el don de la renovación: la capacidad de empezar de nuevo, de tomar el control.

Este principio se extiende más allá del calendario a otro acontecimiento significativo en el desierto: la construcción del Mishkan (Tabernáculo). Tras recibir la Torá en el monte Sinaí, se ordenó a los israelitas que construyeran un santuario portátil:

Fíjate en el lenguaje: no «para que yo habite en él», sino «para que yo habite entre ellos». El Mishkán no consistía sólo en una estructura física, sino en crear un espacio en el que la presencia divina pudiera experimentarse a través de la acción humana.

Ambos mandamientos -establecer Rosh Jodesh (el nuevo mes) y construir el Mishkan- representan acciones autónomas que los israelitas estaban facultados para realizar. Dios no les impuso un calendario; dijo: «Este mes marcará PARA VOSOTROS el comienzo». No construyó Él mismo el santuario; les ordenó que lo construyeran según un modelo.

Lo sorprendente es que estos mandamientos se dieron en momentos de transición cruciales. Rosh Jodesh se dio cuando pasaron de la esclavitud a la libertad; el Mishkán se estableció cuando pasaron de la revelación en el Sinaí al viaje por el desierto. En cada caso, Dios no hacía las cosas PARA el pueblo, sino que lo invitaba a participar, a apropiarse de ellas.

Este patrón revela una verdad que nos habla directamente hoy: La verdadera libertad no consiste sólo en liberarse de la opresión; consiste en asumir la responsabilidad de lo que ocurra a continuación. Los israelitas no fueron liberados simplemente del faraón; fueron liberados PARA algo: la capacidad de santificar el tiempo, de crear un espacio sagrado, de construir una relación con lo divino a través de sus propias acciones.

Este principio bíblico de acción y responsabilidad se extiende a nuestro mundo moderno. Al igual que los israelitas fueron llamados a participar activamente en la configuración de su relación de alianza con Dios, nosotros también estamos llamados a participar activamente en la configuración del futuro de Israel y de las comunidades judías de todo el mundo.

En nuestro mundo posterior al 7 de octubre, defender a Israel no es pasivo; exige el mismo tipo de compromiso activo que caracterizó a las primeras mitzvot de Rosh Jodesh y el Mishkan. Si eres judío, puedes votar directamente en estas elecciones y ayudar a determinar cómo se asignan los recursos para apoyar a Israel. Si eres cristiano, puedes empoderar a tus amigos judíos formando parte de Diez de las Naciones, apoyándoles en esta responsabilidad vital. El tiempo de las meras palabras ha pasado. Ahora es el momento de tomar las riendas de nuestro destino, como hicieron nuestros antepasados al borde de la redención. El primer mandato nacional de la Biblia no era rezar o esperar, sino actuar. El futuro de Israel no depende de lo que otros decidan por nosotros, sino de lo que decidamos por nosotros mismos. Éste es nuestro momento de Rosh Jodesh. El reloj corre y el momento de la redención es ahora.

Sara Lamm

Sara Lamm is a content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. Originally from Virginia, she moved to Israel with her husband and children in 2021. Sara has a Masters Degree in Education from Bankstreet college and taught preschool for almost a decade before making Aliyah to Israel. Sara is passionate about connecting Bible study with “real life’ and is currently working on a children’s Bible series.

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