Romper el silencio

septiembre 17, 2024
Qumran caves archaeological site (Shutterstock.com)

La censura no es nada nuevo. Durante siglos, la gente ha intentado silenciar las voces que dicen la verdad. Pero, ¿qué ocurre cuando esa voz es la de Dios? A lo largo de la historia, ya sea por fuerzas externas o por resistencia interna, los intentos de suprimir la palabra de Dios siempre han fracasado. Desde los antiguos profetas como Jeremías, Amós y Jonás hasta las expresiones modernas de la verdad bíblica, el mensaje siempre encuentra la forma de llegar a quienes necesitan oírlo.

Considera al profeta Jeremías, posiblemente uno de los profetas más impopulares de su tiempo. A Jeremías se le encargó que transmitiera un duro mensaje al pueblo de Judá: su desobediencia les llevaría a la destrucción. Sus advertencias no eran lo que el pueblo quería oír, y muchos en Judá intentaron silenciarle.

En Jeremías 26, Jeremías fue sometido a juicio por el pueblo de Judá, acusado de ser un falso profeta, y se enfrentó a la pena de muerte. Sin embargo, fue salvado por Ajicam, hijo de Safán, que intervino en su favor, permitiéndole continuar su misión. Más tarde, en Jeremías 37, tras profetizar que Jerusalén caería en manos de los babilonios, Jeremías fue acusado falsamente de deserción y arrojado a prisión. A pesar de ser golpeado y confinado, continuó proclamando la palabra de Dios. Incluso cuando el rey Sedequías le convocó en secreto, esperando un mensaje más favorable, Jeremías se mantuvo firme y repitió la declaración de Dios sobre la inminente caída de la ciudad. A pesar de los intentos de encarcelarle o silenciarle, Jeremías se mantuvo inquebrantable en su compromiso de proclamar la verdad de Dios.

Peor aún, en Jeremías 38, los funcionarios se sintieron tan frustrados por las advertencias de Jeremías que lo arrojaron a una cisterna llena de lodo, con la intención de que muriera allí. Fue una forma drástica de censura, pues de nuevo intentaron eliminar al profeta de una vez por todas. Pero al igual que los intentos anteriores, éste también fracasó. Ebed-Melek, un cusita del palacio del rey, rescató a Jeremías de la cisterna, permitiéndole seguir pronunciando las palabras de Dios.

Amós fue otro profeta que se enfrentó a la oposición por transmitir un mensaje impopular. En Amós 7:12-13, después de que Amós profetizara contra Israel, Amasías, el sacerdote de Betel, intentó silenciarle diciéndole que volviera a Judá y dejara de profetizar en Israel:

Amasías, preocupado por mantener el statu quo, quiso acallar a Amós, pero el profeta se negó a ser silenciado. Declaró con valentía que Dios le había llamado para entregar este mensaje, y nada de lo que dijera Amasías lo cambiaría. La palabra del Señor siguió pronunciándose, a pesar de los esfuerzos del sacerdote por suprimirla.

Aunque tanto Jeremías como Amós se enfrentaron a fuerzas externas que intentaban censurarles, la historia de Jonás ofrece un giro singular al tema de silenciar la palabra de Dios. Jonás, a diferencia de Jeremías y Amós, intentó autocensurarse. Dios llamó a Jonás para que fuera a Nínive y transmitiera un mensaje de arrepentimiento, pero Jonás no quería que la ciudad se salvara. Sabiendo que la misericordia de Dios podría seguir al arrepentimiento de Nínive, Jonás intentó huir a Tarsis, muy lejos de donde se le había ordenado ir:

La resistencia interna de Jonás a entregar el mensaje de Dios es un poderoso ejemplo de autocensura, pero ni siquiera en este caso se pudo detener la palabra de Dios. Tras ser atrapado por una tormenta, arrojado por la borda y tragado por un gran pez, Jonás se sometió finalmente a la voluntad de Dios. Fue a Nínive, proclamó el mensaje y -a pesar de la reticencia de Jonás- la ciudad se arrepintió y Dios los perdonó. La historia de Jonás demuestra que, tanto si la resistencia procede de fuerzas externas como del propio profeta, el mensaje de Dios siempre prevalecerá.

Estas antiguas historias de resistencia profética resuenan con lo que vemos hoy en día. En el mundo moderno, la censura sigue asomando la cabeza, incluso contra la propia Biblia. Tomemos el ejemplo de la canción de Yair Levi, «Bendito», inspirada en Génesis 12:3, que contiene el versículo «Bendeciré a los que os bendigan». La canción obtuvo un rápido éxito en plataformas como Amazon y YouTube, pero se ha enfrentado a la prohibición en la sombra en otras redes sociales y plataformas de streaming. No se trata sólo de un ataque a una canción sobre Israel, sino de un intento de suprimir un mensaje bíblico, de censurar la palabra de Dios.

Pero la historia ha demostrado una y otra vez que tales intentos fracasarán. Al igual que los funcionarios del rey Sedequías no pudieron detener a Jeremías, Amasías no pudo silenciar a Amós, e incluso Jonás no pudo huir de su vocación, los esfuerzos modernos por bloquear la palabra de Dios serán en vano en última instancia. Ya sea mediante el encarcelamiento, las acusaciones, la duda sobre uno mismo o la censura de las plataformas mediáticas, el mensaje de Dios es imparable.

La canción de Yair Levi, «Bendito», es un ejemplo contemporáneo de cómo la palabra de Dios sigue llegando a la gente, incluso cuando se intenta suprimirla. La canción lleva un mensaje de bendición y promesa que no puede silenciarse. Al igual que los profetas que se enfrentaron a la resistencia, esta canción seguirá inspirando y elevando, porque la palabra de Dios es más poderosa que cualquier esfuerzo por suprimirla. Como en los días de Jeremías, Amós y Jonás, la verdad de Dios siempre encontrará un camino. Por mucho que la gente intente silenciarla, Su palabra saldrá y cumplirá su propósito.

Haz clic aquí para escuchar la canción de Yair Levi «Bendito».

La Biblia hebrea es un libro muy grande: en realidad, 24 libros, para ser exactos. Estudiarla puede resultar muy abrumador. ¿Por dónde empezar?


La Biblia de Israel Plus elimina el estrés del estudio de la Biblia, permitiéndote centrarte en la tarea más importante: la propia Biblia. Haz clic aquí ¡para llevar aún más Biblia a tu vida!

Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico

Entradas recientes
La Santa Compra de un Oficial
Dos Años Después: La transformación bíblica del rabino Leo Dee tras el terrorismo
Lo que nos falta de la Pascua judía

Artículos relacionados

Subscribe

Sign up to receive daily inspiration to your email

Iniciar sesión en Biblia Plus

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico