En la antigua ciudad persa de Susa se alzaba una horca. De cincuenta codos de altura -más de setenta pies- se alzaba como un monumento al odio, construido por Amán para ejecutar al judío Mardoqueo. Sin embargo, al caer la noche, fue el propio Amán quien se colgó de aquellas vigas, mientras Mardoqueo llevaba el anillo con el sello del rey. Como declara el Libro de Ester
Esta dramática inversión -este«venahafoch hu«- constituye el corazón palpitante de Purim, cuando un genocidio se convirtió en una celebración, cuando el luto se transformó en danza.
Cada año, cuando se acerca Purim, las comunidades judías de todo el mundo estallan con el cántico de celebración:«Venahafoch, venahafoch hu!» («¡Se invirtió! ¡Se invirtió!») ¿Pero qué significa realmente esta inversión? ¿Por qué elige Dios invertir el mal en lugar de impedirlo por completo? ¿No podría el Todopoderoso simplemente haber detenido el complot de Amán antes de que empezara? Debe haber algo más profundo en estas reversiones divinas que debemos comprender.
Como explica el rabino Ayal Vered, para comprender el significado de«venahafoch hu«, considera una técnica de dibujo conocida como doble cara. Cuando observas una imagen de este tipo, puede que veas a un hombre joven, pero gira la página 180 grados y, de repente, aparece un anciano utilizando las mismas líneas. ¿De dónde salió esta segunda imagen? Siempre ha estado ahí, simplemente hemos tenido que cambiar nuestra perspectiva para verla.
He aquí lo que hace que este concepto sea tan poderoso:«venahafoch hu» no significa que Dios simplemente cancelara el plan de Amán y creara uno nuevo. Al contrario, Dios tomó los mismos elementos -la horca, el decreto real, la red de aliados de Amán- y los reutilizó para la salvación. No se trata de sustituir el mal por el bien; se trata de revelar cómo lo que parecía malo siempre formó parte del plan redentor de Dios. Todo -sí, todo- sirve al propósito de Dios, incluso cuando en un principio parece ir en contra de Su pueblo.
La historia de Purim demuestra este principio en toda su extensión. Considera cómo los meticulosos planes de destrucción de Amán -su horca cuidadosamente diseñada, su detallada información sobre las comunidades judías, su riqueza acumulada- se convirtieron en instrumentos para la salvación judía. Cuando Mardoqueo fue nombrado jefe de la casa de Amán, estos recursos se volvieron del revés, convirtiéndose en el medio mismo de liberar al pueblo de Dios.
Esto revela que la presencia de Dios no se limita a los espacios sagrados: todo el mundo está lleno de Su gloria. La inmensa riqueza de Amán, acumulada para la destrucción judía, financió en última instancia la construcción del Segundo Templo de Jerusalén, proporcionando precisamente los recursos que los judíos no podían reunir por sí mismos.
Purim nos enseña que Dios actúa entre bastidores. De hecho, el nombre de Dios no se menciona ni una sola vez en todo el Libro de Ester, pero Su mano guía claramente todos los acontecimientos. Como un maestro dramaturgo, Dios actúa a través de circunstancias aparentemente ordinarias -intrigas políticas, banquetes, noches de insomnio- para lograr una salvación extraordinaria. Lo que parece azar se revela como providencia divina.
Éste es el profundo secreto de Purim: No hay lugar desprovisto de la presencia de Dios. Todo sirve a Su propósito, incluso -quizá especialmente- las fuerzas que parecen más opuestas a Él. Como agentes encubiertos inconscientes de su verdadero empleador, los enemigos de Dios hacen avanzar Su voluntad mientras creen que actúan por sí mismos.
La historia de Purim nos ofrece un poderoso modelo para los retos actuales. Tras la masacre del 7 de octubre, surgió la Acción Israel365 para aplicar estos antiguos principios a la realidad moderna. Fundado por el rabino Tuly Weisz, este movimiento se niega a aceptar las políticas fracasadas del establishment de izquierdas que promovió el apaciguamiento, las concesiones territoriales y el engaño mortal de una solución de dos Estados que condujo directamente a la masacre del 7 de octubre.
Al igual que Mardoqueo transformó los planes de Amán contra los judíos en un medio para su salvación, la Acción Israel 365 pretende transformar el panorama político actual reorientando una financiación sustancial para asegurar las comunidades judías en nuestro corazón bíblico de Judea y Samaria. Y al igual que Ester se adelantó valientemente «para un momento como éste», Acción Israel 365 está levantando un nuevo liderazgo audaz que dice la verdad sin disculparse, negándose a continuar con las políticas fracasadas que condujeron al 7 de octubre.
Las elecciones al Congreso Sionista Mundial, que se celebran del 10 de marzo al 4 de mayo, nos brindan a todos la oportunidad de participar en un momento«venahafoch hu». ¡ Tenemos que votar AHORA online! Votando a la Acción Israel365(Pizarra nº 7), formamos parte de la escritura del próximo capítulo de la historia judía: no una historia de retirada y miedo, sino de fuerza, seguridad y soberanía. Cada voto es importante en estas elecciones críticas que determinarán quién controla la financiación sustancial y las decisiones políticas relativas al futuro de Israel.
El mensaje de Purim no es sólo historia antigua: es un plan de batalla para hoy. Nuestros enemigos nos rodearon el 7 de octubre, confiados en nuestra derrota. Pero Dios no ha terminado de escribir la historia de Israel. Los mismos túneles de Hamás destinados a nuestra destrucción se convertirán en sus tumbas. El mismo antisemitismo mundial destinado a aislarnos despertará a los verdaderos aliados para que se unan a nosotros. Las mismas condenas de la ONU destinadas a deslegitimarnos pondrán al descubierto las verdaderas intenciones de nuestros enemigos.
Pero esta inversión divina exige nuestra acción. Mardoqueo no se limitó a rezar: se movilizó. Ester no se limitó a esperar: lo arriesgó todo. Ahora nos toca a nosotros. Vota AHORA por la Acción Israel365 (Pizarra nº 7) y únete al movimiento que se niega a disculparse por la fuerza judía, que defiende nuestro derecho divino a Judea y Samaria, y que construirá el futuro sionista intransigente que temen nuestros enemigos y que merecen nuestros hijos. Las tornas están a punto de cambiar de nuevo: ¡forma parte de la victoria!