Los Límites: Los guardianes de la sociedad

junio 24, 2024
The Tzitzit or fringes can be seen on Jews from all walks of life.

Anoche, de pie frente al frigorífico abierto, me vi inmersa en una batalla interna. Allí, en el estante central, había un trozo de tarta de chocolate, el último resto de la celebración del cumpleaños de mi hija. No tenía hambre. Ya me había lavado los dientes. Sin embargo, el canto de sirena de aquel trozo rico y húmedo era casi irresistible. Y que quede claro: ¡no hay nada malo en comer esa tarta! Pero en aquel momento no lo necesitaba y, mientras discutía conmigo misma, no pude evitar reírme por lo absurdo de la situación. ¡Aquí estaba yo, un adulto, luchando contra un trozo de tarta! Pero este pequeño momento me llevó a una pregunta mayor: ¿Por qué es tan difícil resistirse a estas pequeñas tentaciones? ¿Y cómo se relaciona esta lucha con cuestiones sociales más amplias? Me di cuenta de que la respuesta podría estar en un concepto tan antiguo como la propia Biblia: los límites. Esta sencilla idea lo explica todo, desde mi dilema del postre nocturno hasta por qué algunas sociedades funcionan mejor que otras.

Un estudio reciente publicado en la revista Appetite arroja luz sobre esta antigua sabiduría. Los investigadores descubrieron que incluso el obstáculo más pequeño -como el envoltorio de un caramelo- puede influir significativamente en nuestro comportamiento. En su experimento, los participantes comieron menos caramelos cuando estaban envueltos que cuando no lo estaban. Del mismo modo, los oficinistas consumían menos caramelos cuando estaban guardados en un cajón y no sobre sus mesas.

Estos hallazgos pueden parecer triviales a primera vista, pero revelan una profunda verdad sobre la naturaleza humana. Tenemos una reserva limitada de fuerza de voluntad, y luchar constantemente contra nuestros deseos puede agotar rápidamente este recurso. Estableciendo pequeños límites u obstáculos, podemos conservar nuestra energía mental para retos más importantes. Pero, ¿existe el tipo incorrecto de límite?

El principio de los límites como salvaguardias contra la tentación no es sólo un descubrimiento moderno: está profundamente arraigado en la sabiduría antigua, sobre todo en la tradición judía. La historia de los exploradores en el libro de los Números proporciona una poderosa ilustración de las complejidades de los límites y de lo que puede ocurrir cuando se aplican mal.

En esta porción, Moisés envía a doce exploradores a explorar la tierra de Canaán. Su misión parece sencilla: reunir información sobre la tierra que Dios ha prometido a los israelitas. Sin embargo, la forma en que los exploradores afrontan esta tarea revela una lección crucial sobre los límites. No sólo no pusieron límites adecuados a sus temores, sino que impusieron unos límites totalmente equivocados.

Los exploradores carecían de flexibilidad en su fe, adhiriéndose rígidamente a su propia perspectiva limitada en lugar de confiar en la promesa de Dios. Al mismo tiempo, impusieron límites estrictos e inflexibles a la esperanza y la posibilidad. Su informe se centraba únicamente en los obstáculos que veían: «El país que atravesamos y exploramos es un país que devora a sus colonos. Todas las personas que vimos en él son hombres de gran tamaño».

Al hacerlo, bloquearon cualquier posibilidad de éxito o intervención divina.

Esta aplicación errónea de los límites tuvo consecuencias catastróficas. Al cerrarse a la fe y la esperanza, los espías sembraron el miedo y la desesperación en toda la comunidad, lo que en última instancia condujo al castigo divino: 40 años de vagar por el desierto. La historia nos enseña que los límites, aunque cruciales, deben aplicarse con sabiduría y flexibilidad. Unos límites rígidos en los lugares equivocados pueden ser tan perjudiciales como la falta de límites.

Curiosamente, el concepto de límites se extiende más allá del autocontrol personal hasta el tejido mismo de la sociedad. El rabino Jonathan Sacks, en sus escritos sobre la «vigilancia social», sostiene que las comunidades funcionan mejor cuando existe un sentido de responsabilidad y supervisión mutuas entre los ciudadanos. La gente tiende a comportarse de forma más ética cuando se siente observada o cuando existe un fuerte sentido de responsabilidad comunitaria.

Esta idea resuena con el concepto de pacto: el compromiso mutuo entre Dios y Su pueblo, y entre los israelitas y ellos mismos. En el contexto de la historia de los espías, podemos ver cómo la falta de esta supervisión mutua contribuyó al fracaso de los espías. Si se hubieran sentido más responsables entre sí y ante la comunidad, podrían haber sido más cuidadosos al presentar su informe y más abiertos a perspectivas alternativas.

Curiosamente, la historia de los espías concluye con el mandamiento del tzitzit, los flecos que se llevan en las esquinas de las prendas. Este mandamiento es la encarnación perfecta tanto de los límites personales como de la vigilancia social.

Los tzitzit o flecos actúan como recordatorio personal y visual de los mandamientos de Dios, sirviendo de límite contra la transgresión. Al mismo tiempo, son visibles para los demás, creando un sentido de responsabilidad comunitaria. Es una solución brillante que aborda los aspectos internos y externos del mantenimiento de un comportamiento ético.

En nuestro mundo moderno, el principio de los límites actúa en diversos ámbitos. En el derecho, tenemos normas que establecen límites al comportamiento para proteger a las personas y a la sociedad. En las relaciones personales, establecemos límites para mantener interacciones saludables. Incluso en el ámbito digital, cada vez reconocemos más la necesidad de establecer límites para proteger nuestra intimidad y nuestra salud mental.

A medida que nuestra sociedad se vuelve más interconectada y compleja, mantener estos límites se vuelve más difícil y crucial. La historia de los espías nos sirve de advertencia: cuando no establecemos los límites adecuados, las consecuencias pueden ser graves y duraderas. Estamos hablando de consecuencias que equivalen a cuarenta años de vagar por el desierto.

Según aprendemos tanto de la investigación moderna como de la sabiduría antigua, la clave de la integridad personal y la armonía social podría residir en esos pequeños límites, a menudo pasados por alto, que nos ponemos a nosotros mismos y a los demás, y en nuestra capacidad de permanecer flexibles y abiertos allí donde realmente importa.

Y tal vez, sólo tal vez, no haya nada de malo en comerse ese trozo de tarta de más de vez en cuando.

El Fondo Benéfico Israel365 se dedica a fortalecer y apoyar al pueblo de Israel que necesita nuestra ayuda. Haz un donativo al Fondo Benéfico Israel365 hoy.

Sara Lamm

Sara Lamm is a content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. Originally from Virginia, she moved to Israel with her husband and children in 2021. Sara has a Masters Degree in Education from Bankstreet college and taught preschool for almost a decade before making Aliyah to Israel. Sara is passionate about connecting Bible study with “real life’ and is currently working on a children’s Bible series.

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico

Entradas recientes
Caminando hacia las aguas
Fuego vs. Fe
El ídolo oculto que sabotea tu fe

Artículos relacionados

Subscribe

Sign up to receive daily inspiration to your email

Iniciar sesión en Biblia Plus

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico