Los líderes que merecemos

febrero 15, 2023
Ancient Kantar bridge over the Harod Stream in northern Israel (Shutterstock.com)

Una de las prácticas católicas que enfureció a mucha gente y condujo a la Reforma protestante fue la doctrina y la práctica de las indulgencias. Esencialmente, la iglesia católica decía que los pecadores podían comprar el perdón de sus pecados pagando dinero a la iglesia. Incluso los pecadores que ya habían muerto y sufrían el purgatorio podían ser liberados y perdonados inmediatamente si una persona viva pagaba la indulgencia.

Es comprensible que a mucha gente le repugnara esta práctica, pues transformaba la religión en algo egoísta y funcional. Lo único que importaba era entrar en el cielo; se olvidaba el plan más amplio de Dios para la humanidad. Como escribió G.K. Chesterton: «Existe algo así como una eternidad pequeña y estrecha; se ve en muchas religiones modernas».

Un fenómeno similar se produjo entre el pueblo de Israel tras la muerte del gran líder Gedeón:

¿Qué era este «dios Baal-berith» que adoptaron los israelitas? Los rabinos lo explican «Se refiere al dios-mosca de Baal Ecrón. Enseña que cada uno hacía una semejanza de su ídolo y la metía en su bolsa: cada vez que pensaba en él, lo sacaba de su bolsa y lo abrazaba y besaba» (Talmud Shabat 83b).

¿Un dios-mosca? ¿Por qué abandonaría el pueblo de Israel a Dios por un ídolo diminuto con forma de mosca que podían guardar en el bolsillo?

En la tradición judía, la mosca representa la inclinación al mal del individuo. Como una mosca que zumba molesta alrededor de tu cara, la inclinación al mal nos molesta hasta que perdemos de vista lo que de verdad importa en la vida y nos centramos en nuestros deseos mezquinos. La mosca representa la pequeñez de>, esos momentos en que nos centramos en lo trivial, egoísta e insignificante y olvidamos las cosas importantes.

Esto es lo que le ocurrió al pueblo de Israel tras la muerte de Gedeón. Redujeron a Dios a un mini-ídolo que podían llevar en el bolsillo. Transformaron a Dios y a la religión en algo pequeño y egoísta. Lo único que les importaba eran sus propios deseos egoístas: una buena cosecha, ganar dinero, la salud de su familia, etc. Se olvidaron por completo del objetivo más amplio de la Biblia: llevar la gloria de Dios al mundo.

Al trivializar la religión y obsesionarse con fines egoístas, el pueblo allanó el camino para que Abimelec, el malvado hijo de Gedeón, se convirtiera en su líder. Al igual que el pueblo, a Abimelec sólo le importaba promocionarse y adquirir poder. Su egoísmo, trágicamente, le llevó a asesinar a todos sus hermanos menos a uno: toda la familia de Gedeón:

La lección para nuestra generación es clara. Cuando una sociedad trivializa la religión y la gente se obsesiona con sus propios deseos egoístas, es sólo cuestión de tiempo que un líder con las mismas cualidades tome el poder. Si nuestros líderes son mezquinos y egoístas, es señal de que debemos reflexionar y mirar hacia dentro. Porque cada generación recibe los líderes que se merece.

Rabbi Elie Mischel

Rabbi Elie Mischel is the Director of Education at Israel365. Before making Aliyah in 2021, he served as the Rabbi of Congregation Suburban Torah in Livingston, NJ. He also worked for several years as a corporate attorney at Day Pitney, LLP. Rabbi Mischel received rabbinic ordination from Yeshiva University’s Rabbi Isaac Elchanan Theological Seminary. Rabbi Mischel also holds a J.D. from the Cardozo School of Law and an M.A. in Modern Jewish History from the Bernard Revel Graduate School of Jewish Studies. He is also the editor of HaMizrachi Magazine.

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