La Serpiente de Cobre: Una lección de gratitud y fe

julio 8, 2024
Sunrise over the Dead Sea (Shutterstock.com)

La porción de la Torá de Jukat (Números 19:1-22:1) marca la transición entre el segundo año de los israelitas en el desierto y el cuadragésimo y último año de peregrinación por el desierto. Su destino está por fin al alcance de la mano, a medida que se acercan a Tierra Santa, y los años de peregrinación llegan casi a su fin. Cuando los israelitas se acercan a las fronteras de Edom, Moisés envía mensajeros al rey de Edom, pidiéndole permiso para atravesar su tierra. Pero el rey se niega, obligando a los israelitas a tomar una ruta más larga por el Mar de las Cañas. Frustrado y cansado, el pueblo empieza a quejarse:

No era la primera vez que los israelitas se quejaban durante el viaje. Ya se habían quejado varias veces del agua, de la comida y de las duras condiciones. Sin embargo, esta vez era diferente. En lugar de satisfacer sus necesidades como había hecho en el pasado, Dios envió serpientes venenosas para que les mordieran, provocando la muerte de muchos israelitas. ¿Por qué? ¿Cuál es el significado de estas serpientes?

Dos cosas diferencian esta queja de las anteriores. En primer lugar, el pueblo no sólo se quejó a Moisés, sino que también habló contra Dios: «Y el pueblo habló contra Dios y contra Moisés». No sólo cuestionaban el liderazgo de Moisés, sino también el plan de Dios para ellos. En segundo lugar, su queja no era sólo por la falta de comida y agua. Despreciaban abiertamente el maná, el alimento milagroso que Dios les había estado proporcionando: «Hemos llegado a aborrecer este alimento miserable» (Números 21:5).

El rabino Samson Raphael Hirsch explica que esta ingratitud y rechazo de los cuidados de Dios tuvo graves consecuencias. Dios retiró Su protección, permitiendo que los peligros naturales del desierto, como las serpientes, les afectaran. Según el rabino Hirsch, las serpientes siempre estuvieron presentes en el desierto, pero Dios había estado protegiendo a los israelitas de ellas. Cuando el pueblo se quejó y mostró ingratitud, Dios dejó de contener estos peligros, y las serpientes atacaron:

«Tampoco aquí envió Dios a las serpientes, sino que las dejó marchar, no las retuvo… Siempre habían estado allí, en el desierto, pero hasta entonces las había retenido el cuidadoso poder protector de Dios».

Las serpientes servían de duro recordatorio de la constante protección de Dios, que los israelitas habían dado por sentada.

Después de que el pueblo admitiera su pecado, Dios dijo a Moisés que hiciera una serpiente de cobre y la pusiera en un asta. Cualquiera que fuera mordido por una serpiente podría mirar a la serpiente de cobre y sanar. Esto puede parecer extraño, sobre todo porque la Biblia suele prohibir hacer imágenes de este tipo. Pero los sabios lo explican:

«Ahora bien, ¿una serpiente mata o una serpiente mantiene con vida? ¡NO! Pero cuando Israel dirigió sus pensamientos hacia lo alto y sometió su corazón a su Padre que está en los cielos, quedó curado.»

La serpiente de cobre no era un objeto mágico. Era una forma de ayudar al pueblo a centrarse en Dios y recordar Su poder y Su misericordia. Como explica el rabino Hirsch, la serpiente de cobre debía recordar a los israelitas los peligros a los que se enfrentaban diariamente en el desierto y cómo Dios les había estado protegiendo todo el tiempo. Al mirar a la serpiente, se darían cuenta de su dependencia de Dios y apreciarían Su cuidado constante:

«La mordedura de las serpientes tenía el único propósito de hacer ver al pueblo los peligros que acechan los pasos de una persona cuando atraviesa el desierto… Quien había sido mordido sólo tenía que fijar firmemente en su mente la imagen de una serpiente… para recordar que el peligro sigue existiendo, peligros de los que diaria y cada hora el cuidado especial de Dios nos permite escapar de forma bastante inconsciente.»

La historia de la serpiente de cobre nos enseña sobre la gratitud y la fe. Nos recuerda que debemos reconocer y apreciar la protección y el cuidado divinos que recibimos cada día, a menudo sin darnos cuenta. Cuando nos enfrentamos a tiempos difíciles, es fácil centrarnos en nuestros problemas y olvidar las bendiciones que tenemos.

En los momentos difíciles, debemos dirigir nuestro corazón y nuestra mente a Dios, reconociendo Su presencia y Su ayuda. Mediante la gratitud y la fe, podemos encontrar la curación y un aprecio renovado por los dones que recibimos cada día.

Permitir un Estado terrorista palestino en el corazón de Israel destruiría el Estado judío.Mantener la Tierra de Dios se dedica a fortalecer y defender el derecho de Israel a su corazón bíblico, con el objetivo último de la soberanía israelí sobre Judea y Samaria.¡Infórmate hoy mismo sobre esta increíble misión!

Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

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