Tal vez el elemento más enigmático de la indumentaria del Sumo Sacerdote fuera el pectoral, conocido en hebreo como choshen, que se unía al efod, o delantal, del Sumo Sacerdote.
Hecho de tela (lana teñida de azul, púrpura y carmesí) que se tejía con hilo de lino y oro, el choshen medía dos zerets de largo (medio codo, o un total de 19 pulgadas) y un zeret (9,5 pulgadas) de ancho, doblado para crear un cuadrado. Estaba adornado con doce piedras montadas en oro e inscritas con los nombres de las tribus, dispuestas en cuatro filas de tres columnas. Además, el pectoral contenía los nombres de Abraham, Isaac y Jacob, y las palabras shivtei Yeshurun («tribus de Jeshurun»). Según el Talmud, llevar el joshen expiaba el pecado de los errores de juicio de los Hijos de Israel.

Hay mucho debate sobre la identidad exacta de las piedras y su correlación con las tribus. Según una opinión, la primera fila contenía Bareket (Carbunclo) que representaba a Leví, Pitdah (Prase) para Simón, y Odem (Rubí) para Rubén. La segunda fila contenía Yahalom (Perla) para Zabulón, Sappir (Zafiro) para Isacar y Nofech (Esmeralda) para Judá. La tercera fila contenía Achlamah (Cristal) para Gad, Shevo (Turquesa) para Neftalí y Leshem (identidad poco clara) para Dan. La última fila contenía Yashfeh (Jaspe) para Benjamín, Shoham (Ónice) para José y Tarsis (Crisolita) para Aser. En los tirantes del efod (el delantal sacerdotal) se cosieron dos piedras más, grabadas con los nombres de las Doce Tribus. Según una tradición rabínica, los nombres de las doce tribus fueron grabados en las piedras por una criatura mística llamada shamir, descrita como un diminuto gusano del tamaño de un grano de cebada que tenía la extraordinaria capacidad de cortar piedra.
Su propio nombre, chosehn mishpat (el pectoral del juicio), implicaba que el pectoral no era una prenda pasiva. La Torá afirma que dentro del pectoral deben colocarse el Urim y el Tumim, palabras que no tienen precedentes en la Biblia. En Números se da una pista sobre la finalidad del choshen :
De este versículo se desprende que se planteaban preguntas a Dios a través del Urim y el Tumim. Rashi explica que en el interior del joshen había una inscripción del nombre de Dios que se colocaba entre los pliegues del pectoral a través de la cual dejaba claras sus afirmaciones; Urim deriva de la palabra para luz y Thummim deriva de Tam, o ‘verdadero’.
Se hacían preguntas al Urim y al Tumim mientras el Kohen llevaba el joshen. El Talmud explica que estas preguntas se hacían en voz baja y no en voz alta. Una tradición enseña que las piedras se iluminaban, utilizando los nombres inscritos de las tribus para deletrear la respuesta.
La capacidad de recibir respuestas Divinas a través del pectoral cesó con la destrucción del Primer Templo. En el Segundo Templo existía un pectoral, ya que estaba prohibido que los sacerdotes realizaran el servicio del Templo sin las ocho vestiduras ordenadas por la Biblia. Sin embargo, se cree que en el Segundo Templo el choshen del Sumo Sacerdote carecía del nombre de Dios y, por tanto, no tenía la capacidad de revelar respuestas.
