El valor de permanecer solo

noviembre 11, 2024
The Jezreel Valley in northern Israel (Shutterstock.com)

¿Te has preguntado alguna vez qué se necesita para cambiar el mundo? ¿Para ir contra la corriente de la opinión popular y trazar un rumbo completamente nuevo? En una época en la que nos desplazamos sin cesar por las redes sociales, buscando desesperadamente validación a través de «me gusta» y «compartir», la historia de la ruptura radical de Abraham con su pasado ofrece un sorprendente contrapunto a nuestra cultura conformista.

A primera vista, parece una exigencia innecesariamente dura. ¿Por qué necesitaba Abraham dejarlo todo atrás? ¿No podía haber iniciado su nueva misión desde la comodidad de su tierra natal, rodeado de familiares y amigos?

La respuesta reside en comprender la naturaleza profundamente arraigada de la conformidad humana. Todos somos producto de tres círculos concéntricos de influencia: nuestra cultura más amplia («tu tierra»), nuestra comunidad inmediata («tu lugar de nacimiento») y nuestras tradiciones familiares («la casa de tu padre»). Estas fuerzas conforman nuestra visión del mundo, nuestros valores y nuestra comprensión del bien y del mal. Son las cómodas aguas en las que nadamos, cuestionando raramente su corriente o dirección.

Pero la misión de Abraham era revolucionaria. En un mundo ahogado en la idolatría, donde la gente adoraba el poder, el éxito y los dioses creados por el hombre, él estaba llamado a proclamar una verdad radical: hay un Dios, invisible y universal, que exige el monoteísmo ético, no sólo la creencia, sino la acción moral. Este mensaje era tan contracultural, tan fundamentalmente distinto de todo lo que defendía su sociedad, que era necesaria una ruptura total.

Imagina intentar reformar un sistema corrupto permaneciendo profundamente arraigado en él. La presión para transigir, para suavizar el mensaje, para «ser razonable» sería abrumadora. Abraham necesitaba salir por completo del sistema para verlo con claridad y ofrecer una alternativa. Al dejar atrás todo lo familiar, adquirió la perspectiva y la independencia necesarias para convertirse no sólo en un crítico de su sociedad, sino en el fundador de una nueva forma de vida.

No se trataba de una mera rebelión por la rebelión. La ruptura de Abraham con el pasado tenía un propósito: «enseñar después a tus hijos y a tu casa a seguir el camino del Señor haciendo lo que es recto y justo» (Génesis 18:19). Abandonó lo viejo para construir algo nuevo: una familia, un pueblo, una visión moral que acabaría cambiando el mundo.

El mensaje para nosotros hoy no podría ser más relevante. Vivimos en una época de confusión moral, en la que las verdades antiguas se descartan por anticuadas, en la que la virtud a menudo se ridiculiza por ingenua y en la que la presión para ajustarse a las normas siempre cambiantes de la cultura popular es intensa. Las redes sociales amplifican estas presiones, haciendo más difícil que nunca diferenciarse de la multitud.

Sin embargo, como Abraham, estamos llamados a tener el valor de ser diferentes, no por ser diferentes, sino por la verdad. Ya sea defendiendo los valores familiares tradicionales, defendiendo la libertad religiosa o simplemente llevando una vida de integridad ética en un mundo que a menudo recompensa la deshonestidad, necesitamos el valor de Abraham para trazar nuestro propio rumbo.

Esto no significa abandonar todo lo de nuestro pasado ni rechazar nuestra cultura al completo. Más bien, significa desarrollar el discernimiento para saber cuándo conformarse y cuándo apartarse, cuándo hablar y cuándo callar, cuándo tender puentes y cuándo trazar líneas en la arena.

El camino de Abraham no es fácil. Puede ser solitario, desafiante y a veces doloroso. Pero, como nos muestra su ejemplo, a menudo sólo si tenemos el valor de permanecer solos podremos, en última instancia, construir algo que beneficie a muchos. En un mundo que necesita desesperadamente claridad moral y convicción, quizá sea hora de que más de nosotros escuchemos esa antigua llamada: «Salid… e id a la tierra que os mostraré».

Aquí, en Israel365, trabajamos cada día para defender la verdad a través de la palabra de Dios, como hizo Abraham. Por sólo 10 dólares al mes -el precio de un café y un pastel- puedes unirte a nosotros en esta sagrada misión. Tu donativo ayudará a mantener a los soldados heridos de las FDI, a difundir la verdad sobre Israel, a mantener a los huérfanos y a ofrecer inspiración bíblica diaria a cientos de miles de lectores de todo el mundo. Como Abraham, todos podemos elegir: conformarnos con la multitud o defender lo que es correcto. Elige el valor. Elige marcar la diferencia. Únete hoy a Israel365 y ayúdanos a transformar vidas, acto a acto.

Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

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