A las 3:00 de la madrugada del viernes, más de 200 aviones de combate israelíes se lanzaron sobre el espacio aéreo iraní en una operación cuyo nombre en clave era “León Naciente” – Am KeLavi. Los ataques se dirigieron contra las instalaciones nucleares iraníes de Natanz, eliminaron a altos mandos militares iraníes, incluidos el jefe del Estado Mayor y el comandante de la Guardia Revolucionaria, y mataron a seis científicos nucleares que corrían hacia la fabricación de una bomba nuclear. Suenan sirenas en todo Israel y 100 drones iraníes se dirigen a toda velocidad hacia el Estado judío, exigiendo una respuesta a una pregunta que ha desconcertado a los estudiosos de la Biblia durante siglos.
¿Estamos presenciando el desarrollo de la guerra de Gog y Magog ante nuestros ojos?
Durante miles de años, rabinos y estudiosos de la Biblia han especulado sobre la identidad de Gog y Magog, dando por sentado que las grandes guerras de su generación debían cumplir la profecía de Ezequiel. Sin embargo, sus confiadas predicciones se desmoronaron con el tiempo, y la redención final se negó obstinadamente a llegar. El propio profeta anticipó esta incertidumbre: “Así dijo el Señor Dios: ¿Eres tú aquel de quien hablé en días antiguos por medio de mis siervos, los profetas de Israel que profetizaron en aquellos días, hace muchos años, para traerte sobre ellos?” (Ezequiel 38:17). Sólo “al final de los días” quedaría clara para todos la verdadera identidad de Gog.
Ese futuro lejano puede ser hoy.
Los Sabios identifican la Tierra de Magog con “Germanya”, pero no con la Alemania que conocemos. Según el rabino Yechiel Zvi Hirschenson, un erudito del siglo XIX, “Germanya” se refiere a Kerman, la segunda provincia más grande del Irán moderno. Esta identificación sigue antiguas reglas lingüísticas hebreas en las que las letras G y K se intercambian. La ciudad de Kerman sigue siendo la capital regional de Irán en la actualidad, y fue el lugar de nacimiento de Qassem Soleimani, el general iraní eliminado por Estados Unidos en 2020.
¿Podría ser una coincidencia? La postura genocida de Irán hacia Israel y su mando sobre Hamás, Hezbolá y los houthis hacen que la identificación sea convincente. El Irán moderno encarna perfectamente la descripción bíblica de Magog, la potencia del norte que dirigirá una coalición contra Israel al final de los días.
Los ataques del viernes por la mañana confirman lo que descubrió la inteligencia israelí: Irán corría hacia las armas nucleares en un programa encubierto que habría producido bombas en cuestión de meses. La eliminación de la cúpula militar iraní -el jefe del Estado Mayor, Mohammed Bagheri, el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, y el jefe del mando de emergencia, Gholam Ali Rashid- representa un golpe de decapitación contra el régimen que ha jurado la destrucción de Israel.
Las motivaciones que impulsan a Irán y a sus apoderados difieren fundamentalmente de las de los enemigos históricos de Israel. Los Sabios enseñan que “toda la oposición de los enemigos anteriores que atacaron a Israel derivaba de motivos egoístas”, pero “la guerra de Gog de Magog derivará puramente del deseo de causar daño y destrucción”. La inteligencia israelí ha descubierto el plan integral de Irán para la aniquilación de Israel, llamado literalmente “El Plan de Destrucción de Israel”. Esta estrategia detallada coordina el desarrollo de armas nucleares, la producción de misiles avanzados y la financiación de apoderados del terrorismo en múltiples frentes. El plan prevé ofensivas terrestres simultáneas de Hamás, Hezbolá y otros apoderados iraníes, todas ellas dirigidas a un único objetivo: borrar a Israel del mapa.
Irán no gana nada económicamente atacando a Israel. Hamás sólo ha traído muerte y devastación a Gaza. Les mueve el odio genocida incrustado en los principios fundacionales del régimen iraní, cuyos dirigentes proclaman abiertamente su intención de destruir el Estado judío.
El profeta revela la respuesta de Dios a este último desafío. Las naciones que se reúnan contra Israel se enfrentarán al juicio divino:
La Operación León Naciente representa a Israel alzándose como instrumento de este juicio divino. La eliminación de los científicos nucleares iraníes se hace eco de la promesa de Ezequiel de que Dios atacará a quienes buscan la destrucción de Israel. Los ataques de precisión contra las instalaciones nucleares de Irán demuestran que Israel no permitirá que el régimen más peligroso del mundo adquiera las armas más peligrosas del mundo.
Los Sabios enseñaron que la guerra final enfrentará a Irán con múltiples naciones de la región. Advirtieron: “El rey de Persia destruirá el mundo entero. Y todas las naciones del mundo entrarán en pánico y tendrán miedo”. De hecho, Irán ha unido a cientos de millones de personas de todo Oriente Próximo en un “eje de resistencia”, amenazando no sólo a Israel, sino también a Estados árabes moderados como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, cumpliendo así esta antigua predicción.
Los drones iraníes se dirigen a toda velocidad hacia Israel y la nación se prepara para la represalia, presenciando los dolores de parto de la redención. Isaías describe este proceso:
El Estado renovado de Israel representa al “hijo varón”, la redención parcial antes de la guerra final. Pero la liberación completa de muchos “hijos” espera la conclusión de esta lucha cósmica.
El profeta nos asegura el resultado:
De los dolores de parto de Gog y Magog surgirá la redención completa de Israel. Se cumplirán todas las profecías.
Mientras escribo estas palabras, las FDI acaban de informar de que el primer intento de represalia de Irán -un ataque masivo con drones- ha fracasado. Gracias a Dios, las fuerzas aéreas israelíes lograron derribar todos y cada uno de los drones iraníes.
El futuro lejano del que habló Ezequiel es hoy. Estamos viviendo la Biblia en tiempo real, viendo cómo las antiguas profecías se desarrollan con asombrosa precisión a través de nuestros titulares y ondas. No se trata de un ejercicio académico ni de una especulación teológica. Es el momento culminante de la historia, cuando el Dios de Israel revela Su poder a un mundo que observa.
La elección ante cada nación y cada persona es dura: permanecer junto a Israel y al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, o enfrentarse al juicio divino reservado para los que maldicen a Su pueblo elegido. El juicio de Dios sobre los enemigos de Israel será rápido y decisivo:
Irán y su eje del mal han sellado su propia destrucción. El Dios de Israel no será burlado. ¡Qué privilegio presenciar el cumplimiento de las promesas de Dios ante nuestros propios ojos!