El conejo de Energizer se toma unas vacaciones

septiembre 6, 2023
A hiker stops to rest in the Negev desert (Shutterstock.com)

Durante los últimos 35 años, un conejito rosa que lleva chanclas y gafas de sol y toca un tambor ha sido un elemento básico de la publicidad estadounidense. El Conejo Energizer tiene una energía inagotable y se ha convertido en un símbolo de perseverancia, longevidad y determinación. ¡El Conejito Energizer nunca se queda sin energía! Pero, ¿qué pasaría si todos fuéramos como el Conejo Energizer? ¿Cómo serían nuestras vidas?

Para responder a esta pregunta, echemos un vistazo crítico a la primera vez que se observó el Sabbat:

Tras seis días de creación, Dios mismo se detuvo. ¿Por qué era necesario? Dios nunca se cansa, así que ¿por qué iba a necesitar un día de descanso? ¡Es como si el Conejo de Energizer se tomara unas vacaciones!

Algunos explican que, en realidad, Dios no dejó de crear en el séptimo día. Simplemente creó algo totalmente distinto de lo anterior. Creó la menucha, que suele traducirse como «descanso». Pero, ¿qué significa crear «descanso»? ¿No es el descanso simplemente la ausencia de trabajo?

Hoy en día, muchas personas sufren el culto a la productividad. Con demasiada frecuencia, vinculamos nuestra autoestima a lo productivos que somos. Nuestras vidas se convierten en hacer en lugar de ser. Esta ansiedad proviene de una sana ambición por maximizar nuestro potencial. Todos queremos hacer del mundo un lugar mejor, y hay mucho trabajo por hacer. Pero cuando llevamos esto al extremo, nunca nos sentimos satisfechos con nosotros mismos porque siempre hay más trabajo por hacer.

Como personas de fe, estamos llamados a trabajar duro durante seis días, pero luego a descansar el sábado. El sábado debemos sentirnos como reyes, completamente satisfechos, como si tuviéramos todo lo que necesitamos. En el Sabbat, nos esforzamos por saborear un poco de la serenidad definitiva del mundo venidero. Por eso la tradición judía se refiere al Sabbat como un microcosmos del propio cielo.

¿Por qué tuvo Dios que crear el descanso?

Durante los seis primeros días, Dios enseñó al mundo la creatividad y la productividad. Si la historia de la creación hubiera terminado aquí, supondríamos que el Hombre está destinado a trabajar todo lo posible, frenando sólo para recuperar el aliento y reponer fuerzas cuando sea necesario. Pero al crear el Sabbat, Dios nos llama a saborear la satisfacción y la perfección del mundo venidero, cada semana.

Si tuvieras la fuerza de un conejito Energizer podrías trabajar sin parar, pero te estarías perdiendo algo. El Sabbat no consiste sólo en recargarse para seguir trabajando, sino que es una oportunidad para vivir el momento y saborear la serenidad.

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico

Entradas recientes
Piedras del Recuerdo
La Mano Invisible: Trazando el verdadero camino de la Redención
Fuego, no agua: La misteriosa orden de Dios para el sacrificio pascual

Artículos relacionados

Subscribe

Sign up to receive daily inspiration to your email

Iniciar sesión en Biblia Plus

Suscríbete

Regístrate para recibir inspiración diaria en tu correo electrónico