Esaú era el primogénito de Isaac y Rebeca, gemelo de Jacob. Ya en el vientre luchó contra su hermano, y en su juventud ya mostraba signos de maldad. Esaú mostró su desviación de los caminos de Dios al vender su primogenitura a Jacob por un cuenco de lentejas rojas, lo que le valió el nombre de «Edom», que significa rojo. Luego se casó con muchachas paganas del lugar y se convirtió en un poderoso asesino, adúltero y ladrón. Jacob engañó a su padre, Isaac, que desconocía las perversas costumbres de Esaú, para que le diera la bendición de Esaú. Cuando Esaú se dio cuenta de que Jacob había conseguido «sus» bendiciones mediante engaños, juró matar a Jacob, que huyó. Muchos años después, a la vuelta de Jacob a la Tierra de Israel, Esaú salió para hacer la guerra a Jacob, pero éste lo aplacó. Esaú abandonó entonces la Tierra de Israel y se dirigió al este para conquistar la tierra de Seir (en el actual sur de Jordania), donde estableció el reino de Edom.