Contemporáneo de los profetas Isaías, Amós y Oseas, Miqueas vivió en la segunda mitad del siglo VIII a.C., época en la que los asirios se convirtieron en una superpotencia en Oriente Próximo. Las profecías de Miqueas trajeron mensajes sobre la destrucción de Samaría y Jerusalén debido a la deshonestidad, la corrupción y la idolatría del pueblo. Miqueas también profetizó sobre la reconstrucción de una Jerusalén más gloriosa y de la paz universal.