Furia Sagrada, Respeto Sagrado

mayo 16, 2025

Cada año, al acercarse Lag BaOmer, miles de personas viajan a Merón, en el norte de Israel, para celebrar el legado de Rabí Shimon bar Yochai. Se reúnen en torno a enormes hogueras, cantando y bailando en honor de este sabio talmúdico del siglo II. Lag BaOmer, el 33º día de la cuenta del Omer entre Pascua y Shavuot (Fiesta de las Semanas), marca el aniversario de la muerte de Rabí Shimon bar Yochai. Pero, ¿quién era Rabí Shimon bar Yochai y por qué su historia resuena con tanta fuerza incluso hoy?

El Talmud nos cuenta una historia extraordinaria sobre Rabí Shimon. Durante la ocupación romana de Israel, criticó a las autoridades romanas, que le condenaron a muerte. Para escapar, Rabí Shimon y su hijo, Rabí Elazar, huyeron a una cueva remota donde pasaron doce años escondidos.

En su aislamiento, se dedicaban por entero al estudio de la Torá y a la oración, sostenidos únicamente por un manantial milagroso de agua y un algarrobo. Su inmersión espiritual era completa: cada momento lo dedicaban a conectar con la sabiduría divina.

Cuando el profeta Elías les informó por fin de que era seguro marcharse, emergieron como hombres transformados. Pero su transformación no fue la que cabría esperar.

Cuando volvieron al mundo, el rabino Shimon y su hijo quedaron horrorizados por lo que vieron: gente cultivando campos, ocupada en lo que ellos consideraban un trabajo mundano.

«¡Esta gente está abandonando la vida eterna por la vida temporal de este mundo!» gritó el rabino Shimon. «¡Están dejando de lado el estudio de la Torá por afanes terrenales sin valor!».

Su juicio era tan severo que allí donde miraban Rabí Shimon y su hijo, los objetos de su mirada estallaban en llamas. Su intensidad espiritual, en vez de iluminar el mundo, lo estaba destruyendo.

Una voz del Cielo gritó «¿Has salido para destruir Mi mundo? Vuelve a tu cueva».

La reprimenda divina les devolvió al aislamiento durante otro año.

Cuando por fin volvieron a salir, algo había cambiado, al menos para Rabí Shimon. Su hijo seguía viendo el mundo con el mismo juicio ardiente, dañando todo lo que miraba. Pero Rabí Shimon seguía detrás, curando lo que su hijo había dañado.

«Hijo mío», dijo Rabí Shimon, «tú y yo somos suficientes para el mundo».

Esta críptica afirmación marcó un cambio en la perspectiva del rabino Shimon. Había encontrado una forma de mantenerse fiel a sus valores y permitir que los demás existieran de forma diferente: una tolerancia a regañadientes, aunque no una verdadera aceptación.

La historia concluye con un hermoso encuentro. Al acercarse el Shabbat, el rabino Shimon y su hijo observaron a un anciano que corría con dos manojos de ramas de mirto. Curiosos, le preguntaron para qué las necesitaba.

«Son en honor del Shabat», explicó el hombre.

«¿No bastaría con un fajo?», preguntaron.

«Un haz corresponde a ‘Zajor’ (recordar el Shabat), y el otro a ‘Shamor’ (guardar el Shabat)», respondió, haciendo referencia al doble mandato de la Torá.

Esta respuesta conmovió profundamente a Rabí Shimon. «Mira qué queridos son los mandamientos para los hijos de Israel», le dijo a su hijo. Por fin, sus corazones estaban en paz.

Esta historia talmúdica revela la evolución de un gran sabio. El viaje de Rabí Shimon bar Yochai no fue sólo de la ocultación física al resurgimiento, sino del aislamiento espiritual a la conexión genuina.

Al principio, su intensa devoción a la Torá le hizo intolerante con los caminos diferentes. Su visión binaria del mundo -que sólo veía la devoción perfecta o el fracaso total- no dejaba espacio para las diversas formas en que la gente podía servir a Dios.

El Libro del Levítico nos enseña:

Estos versículos fundacionales, cuyo final Rabí Akiva -el propio maestro de Rabí Shimon- declaró como un gran principio de la Torá, encapsulan el viaje que Rabí Shimon acabó completando. Nos recuerda que en el corazón de toda la sabiduría de la Torá se encuentra el mandamiento de extender a los demás el mismo respeto y amor que deseamos para nosotros mismos.

En última instancia, la grandeza de Rabí Shimon no residía sólo en su conocimiento de la Torá o en su devoción, sino en su capacidad para crecer más allá del juicio y aprender a apreciar las genuinas expresiones de fe de los demás. Descubrió que el anciano con sus ramas de mirto también servía a Dios, sólo que por un camino diferente.

Lag BaOmer marca no sólo la muerte de Rabí Shimon bar Yochai, sino también el final de una plaga que, según la tradición, acabó con la vida de 24.000 alumnos de Rabí Akiva porque «no se mostraron respeto unos a otros». La celebración del legado de Rabí Shimon es especialmente apropiada, pues su historia ejemplifica el viaje desde el juicio rígido a la comprensión respetuosa.

Cuando nos encontramos con aquellos cuya visión del mundo difiere radicalmente de la nuestra, nos enfrentamos a la misma elección que Rabí Shimon. ¿Condenaremos desde lejos? ¿Nos limitaremos a tolerar con desapego? ¿O nos involucraremos con curiosidad, escucharemos para comprender y quizá descubramos la belleza inesperada de las diferentes expresiones de valores compartidos?

Nuestro mundo sigue profundamente dividido por perspectivas contradictorias. El viaje del rabino Shimon nos enseña que, incluso cuando creemos poseer la verdad absoluta, sigue habiendo espacio para respetar a los demás, para hacer preguntas antes de condenar y para reconocer que el propósito divino puede cumplirse de formas que no habíamos imaginado.

La verdadera llama que deberíamos llevar de la historia del rabino Shimon no es la que quema aquello con lo que no estamos de acuerdo, sino la cálida luz que ilumina nuestra humanidad compartida, permitiéndonos ver y respetar la chispa divina en quienes recorren un camino diferente.

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En el espíritu del viaje del rabino Shimon bar Yochai, Israel365 te invita a unirte a nuestra campaña «Sé una luz para Israel». Estamos trabajando para tender puentes entre judíos y cristianos, superando desacuerdos y malentendidos para trabajar juntos en el apoyo a Israel y difundir la luz al mundo. Al igual que el rabino Shimon aprendió a ver la belleza en las distintas expresiones de fe, nosotros también podemos unirnos en nuestros valores compartidos y convertirnos en una poderosa fuerza del bien. Juntos, podemos iluminar el camino hacia delante con la cálida luz del respeto mutuo y la cooperación.

Apoya la campaña de Israel365 y ayuda a difundir calor, conexión y esperanza en estos tiempos difíciles. ¡Sé hoy una luz para Israel!

Shira Schechter

Shira Schechter is the content editor for TheIsraelBible.com and Israel365 Publications. She earned master’s degrees in both Jewish Education and Bible from Yeshiva University. She taught the Hebrew Bible at a high school in New Jersey for eight years before making Aliyah with her family in 2013. Shira joined the Israel365 staff shortly after moving to Israel and contributed significantly to the development and publication of The Israel Bible.

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