Cuando era un niño de 8 años, en 1948, John Hagee se sentó a la mesa de la cocina con su padre, ambos ministros pegados a la radio. Cuando las Naciones Unidas votaron a favor de la creación del moderno Estado de Israel, las lágrimas corrían por sus rostros. Padre e hijo lloraban de alegría, reconociendo que estaban presenciando el desarrollo de la profecía bíblica en tiempo real.
«Nunca imaginé que un día estaría en la ciudad santa como participante en la historia», recordó Hagee más tarde. «Estaba sencillamente anonadado».
Ese mismo asombro se apodera de millones de personas que reconocen el milagro del 14 de mayo de 1948. Cuando David Ben-Gurion declaró la independencia bajo el retrato de Theodor Herzl, no sólo estaba estableciendo una nación moderna, sino que estaba cumpliendo antiguas palabras que habían sostenido las esperanzas judías durante siglos de exilio y persecución.
Aquel día extraordinario, la pregunta retórica de Isaías recibió su respuesta. A pesar de ser atacado inmediatamente por cinco ejércitos vecinos, el incipiente estado judío no sólo sobrevivió, sino que prosperó, expandiéndose más allá de sus fronteras originales.
El profeta Ezequiel, escribiendo durante el exilio babilónico, había previsto este mismo momento:
Durante casi 2.000 años, estas palabras siguieron siendo una profecía incumplida. Muchos teólogos cristianos habían interpretado dichos pasajes metafóricamente o los habían aplicado a la Iglesia en lugar de al Israel literal. Pero en 1948 ocurrió algo extraordinario que transformó para siempre la comprensión teológica.
Cuando los inmigrantes judíos drenaron los pantanos palúdicos, hicieron florecer el desierto, resucitaron el hebreo como lengua viva y establecieron una democracia floreciente contra todo pronóstico, las Escrituras saltaron del pergamino antiguo a los titulares modernos.
La recolección de exiliados que siguió a la independencia de Israel confirmó aún más estas dimensiones proféticas. Desde los supervivientes del Holocausto hasta los judíos que huían de la persecución en tierras árabes, desde los judíos etíopes hasta los soviéticos refuseniks, personas de más de 100 países regresaron a su patria ancestral, cumpliendo la declaración de Jeremías:
Hoy se desarrolla un nuevo capítulo de la profecía
En este 77º Día de la Independencia de Israel (celebrado según el calendario hebreo), en Israel365 lanzamos nuestra campaña anual con una profunda misión: Sé una luz para Israel. Como declaró Isaías: «Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloria de Yahveh se eleva sobre ti». (Isaías 60:1)
Ahora más que nunca, en estos tiempos difíciles, Israel necesita que tu luz brille con fuerza. Cuando apoyas este movimiento histórico de redención, no sólo das: te conviertes en parte de la profecía cumplida.
Nuestros programas educativos están formando a jóvenes líderes apasionados que defienden a Israel con convicción bíblica en los campus universitarios y en el gobierno. Estas audaces voces contrarrestan la oscuridad del antisemitismo con la luz de la verdad.
Nuestro trabajo de defensa ha encendido un movimiento de más de 15.000 simpatizantes de mentalidad bíblica que comprenden el pacto eterno de Dios con la tierra de Israel. En los pasillos del poder de Washington, este movimiento lucha por la soberanía israelí sobre Judea y Samaria, el corazón bíblico de Israel, hablando con claridad y determinación sobre el mandato bíblico para la tierra indivisa de Israel.
Nuestra ayuda humanitaria proporciona socorro inmediato a las familias israelíes afectadas por el terror y la guerra, encarnando la compasión que fluye cuando judíos y cristianos permanecen unidos en un propósito.
Durante generaciones, las personas de fe se han preguntado: «¿Qué habría hecho yo si hubiera vivido durante los tiempos bíblicos?». Esa pregunta ya no es hipotética. Éste es ese momento.
Los profetas escribieron sobre un tiempo en el que las naciones estarían junto a Israel y se cumplirían las antiguas promesas. Ese tiempo es ahora, e Israel365 lidera este movimiento histórico de redención.
Al celebrar hoy el milagroso renacimiento de Israel, tienes la oportunidad de participar en este continuo milagro de la historia. Las lágrimas de alegría que fluyeron en 1948 pueden volver a fluir hoy a través de tus acciones.
¿Reconocerás este momento crucial y elegirás actuar?
¿Serás una luz para Israel cuando las tinieblas amenacen la tierra de Dios?
Mira ahora nuestro inspirador vídeo de campaña
CONVIÉRTETE HOY EN UNA LUZ PARA ISRAEL
Únete a nuestro Muro de Luz y observa cómo se multiplica tu impacto. Tu donativo de hoy no sólo apoya a Israel, sino que declara que, cuando la oscuridad amenazaba, tú trajiste la luz de Dios en su hora más crítica.