Mientras lees esto en tu teléfono o en tu ordenador, probablemente estés pensando: si este ensayo trata de Amalec y el mandamiento de la Biblia es aniquilarlos como nación, ¿por qué empieza con un versículo sobre los extranjeros y el trato a las viudas?
Quédate conmigo. Esto no es una confusión, y enseguida verás por qué.
Pero antes, ¿por qué crees que he compartido esta cita aquí? ¿Qué tienen que ver las viudas y los extranjeros con las guerras entre naciones?
Echemos un vistazo a aquel fatídico día en que Amalec atacó a Israel con un brutal despliegue de barbarie. Israel escapó por fin de las garras del malvado faraón, ya no eran esclavos. Los hijos de Israel eran libres al fin. Su huida fue tan estrecha y rápida que ciertamente no tuvieron tiempo de dejar subir el pan, y mucho menos de recuperar el aliento y reagruparse como nación. Su alegría no tenía límites, pues rompieron a cantar y bailar espontáneamente tras cruzar el mar Rea, y por fin se quitaron de encima el peso de cuatrocientos años de esclavitud. Sonrío sólo de pensarlo.
Y sin embargo, en ese momento de alegría, alivio y vulnerabilidad, en los días posteriores a que los judíos encontraran su libertad, la Nación de Amalec atacó.
Tras una encarnizada batalla, y con la ayuda de Dios, Israel sale victorioso para continuar su viaje hacia la tierra prometida. Inmediatamente después, Dios da la famosa orden a Israel:
La severidad de tal declaración es incalculable, viniendo del propio Dios. Esto pone de relieve un misterio fascinante: cuando el pueblo judío salió de Egipto, no se le ordenó borrar para siempre el nombre de los egipcios. Y del mismo modo, aunque otras naciones también han mostrado agresividad hacia el pueblo judío, el mensaje no es el mismo.
¿Por qué esta declaración aquí? ¿Por qué ahora?
Lo terriblemente especial de Amalec es que, a diferencia de otras naciones, se dirigió específicamente contra los Hijos de Israel en sus momentos más vulnerables y de afirmación de la vida. Aquí había un grupo de esclavos, literalmente en éxodo de sus amos esclavistas, y Amalec les tendió una emboscada. Como dice el Deuteronomio
¿Podemos comprender ahora lo importante que fue la guerra contra Amalec? Imagínate esto: un grupo de personas dedicadas a su Dios, a cumplir en última instancia los mandamientos de Dios, son emboscadas violentamente de la forma más cruel por Amalec. Sin provocación. No solicitada.
Esto nos lleva al círculo completo de los extranjeros y las viudas, pues así como la censura de Amalec es la más severa de su tipo en la Biblia, el mandato bíblico de recordar y proteger al extranjero y a la viuda es uno de los más frecuentes, repetido literalmente docenas de veces. De hecho, casi ocupan el final de los Diez Mandamientos, con la guerra amalecita justo antes y el mandato de proteger a los más vulnerables de la sociedad justo después. En otro tiempo fuimos extranjeros en tierra extraña, nos recuerda la Biblia, y por eso ahora debemos abrazar y defender a quienes necesitan nuestro apoyo.
Este Sabbat, al leer el capítulo de la Biblia, se nos recuerda nuestra obligación eterna de destruir a Amalec. En la tradición judía, se acepta universalmente que Amalec como nación ya no puede identificarse en los tiempos modernos. Sin embargo, la lección más amplia de comprometernos a luchar contra Amalec -luchar contra los que quieren masacrar a los débiles y vulnerables- es exactamente lo que necesitamos hoy. «Recuerda lo que Amalec te hizo», nos ordena Dios. Y así lo seguimos recordando hoy.
Dediquemos juntos un momento a ponerlo en práctica. Con tu ayuda, hemos estado proporcionando asistencia crítica a parte de la población más vulnerable de Israel: los supervivientes de la masacre del 7 de octubre. Por favor, considera la posibilidad de hacer un donativo a una increíble campaña benéfica en curso y ayudar a quienes necesitan nuestra ayuda. Actualmente, y de forma bastante terrible, los supervivientes de la masacre del 7 de octubre son los que fueron «abatidos en la retaguardia». Muchos de ellos han perdido amigos y familiares, por no hablar de sus hogares y medios de vida tras aquel día mortal. Ayudándoles, estás participando en una increíble misión para defender al forastero y a la viuda para que el bien acabe imponiéndose.
Debemos recordar que nunca permitiremos que el mal se aproveche de nuestra vulnerabilidad. Al hacerlo, estamos borrando activamente el nombre de Amalec para siempre.
Los soldados israelíes arriesgan sus vidas para protegernos a todos del terrorismo islámico. Pero necesitan nuestra ayuda. Inscríbete en la Acción Israel365 para recibir información actualizada sobre cómo TÚ puedes ayudar a luchar contra Hamás y sus partidarios en Estados Unidos y en todo el mundo.