En honor del 75 aniversario de Israel, Israel365 se complace en lanzar una nueva serie de ensayos que desvelarán los secretos de la Biblia hebrea.
Extraído del próximo libro del rabino Akiva Gersh, 75 palabras hebreas que necesitas para entender la Bibliaestos ensayos iluminan la conexión entre palabras hebreas relacionadas, revelando secretos bíblicos sólo accesibles a través del hebreo.
Disfruta de la serie – ¡y feliz 75 cumpleaños al Estado de Israel!
מָוֶת
MAVET
MAH-VET
MUERTE
«Dios habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, que murieron al acercarse demasiado a la presencia de Dios». (Levítico 16:1)
וידבר יהוה אל משה אחרי מות שני בני אהרן בקרבתם לפני יהוה וימתו.
העידתי בכם היום את השמים ואת הארץ החיים והמות נתתי לפניך הברכה והקללה ובחרת בחיים למען תחיה אתה וזרעך.
Aunque la Biblia se centra casi exclusivamente en la vida y en cómo vivir de forma justa y piadosa, la muerte es una realidad ineludible y una parte necesaria de la creación de Dios, como dice: «Tiempo de dar a luz y tiempo de morir» (Eclesiastés 3:2).
Hay muchas leyes y rituales en torno a la muerte, que nos guían a través de los últimos momentos de nuestros seres queridos en esta tierra, el entierro y cómo guardar el luto adecuadamente durante los días, semanas y meses posteriores al fallecimiento. Estas leyes incluyen lavar y purificar el cuerpo del difunto, enterrar al muerto lo antes posible, sentarse en shiva durante siete días en casa para llorar adecuadamente la muerte de un pariente cercano, y recitar una oración especial llamada Kaddish durante once meses tras la muerte de un pariente para honrar al difunto. Estas leyes y rituales son de vital importancia para los dolientes, pues les guían y reconfortan en los momentos más difíciles de la vida.
Aunque la cultura moderna suele evitar hablar seriamente de la muerte, ser conscientes de la inevitabilidad de la muerte y de nuestro tiempo limitado en esta tierra puede ayudarnos a vivir una vida más significativa. La vida es corta, y el tiempo es un bien precioso que debemos apreciar y aprovechar al máximo en nuestro servicio a Dios.
Al final de los días, durante la era de la redención, Dios resucitará a los muertos y cumplirá la profecía de Isaías: «Tragará la muerte para siempre, y enjugará Dios las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de su pueblo de toda la tierra; porque Dios lo ha dicho» (Isaías 25:8). Ojalá veamos pronto ese día.