En esta presentación, el rabino Rami Goldberg, representante de Israel 365, explora la relación entre riqueza y santidad, desafiando la noción tradicional de que las personas espirituales deben rehuir la riqueza material. Al crecer, asoció la santidad con la sencillez, el desapego y la falta de posesiones. Sin embargo, destaca que figuras bíblicas como Abraham, Isaac y Jacob eran ricos y mantuvieron su riqueza sin desprenderse de ella para llevar un estilo de vida ascético. La razón, explica, es que la riqueza les permitía cumplir una misión de influir en los demás y difundir la creencia en Dios.
El rabino Rami habla de cómo Abraham utilizó su riqueza como herramienta para atraer a otros, proporcionándoles hospitalidad y enseñándoles acerca de Dios como proveedor de todo. Este enfoque impulsado por la misión también es evidente en la ubicación estratégica de Israel en la encrucijada de la civilización. El éxito de Israel como «nación startup» y sus logros económicos se enmarcan en su misión divina de ser un ejemplo moral y espiritual para el mundo.
Goldberg subraya que la riqueza no es intrínsecamente mala, sino una responsabilidad y un recurso para mejorar el mundo. Las personas ricas deben utilizar su éxito financiero para influir positivamente en los demás y reconocer a Dios como fuente última de sus bendiciones. El debate concluye con una invitación a apoyar la misión de Israel 365 de difundir las enseñanzas bíblicas y promover la tierra de Dios mediante el uso responsable de la riqueza.